viernes, 27 de noviembre de 2015

La paridad


Artículo de Sergio Calle Llorens


La paridad en las empresas es una de las mayores paridas que se hayan formulado jamás. Las mujeres, entre otras cosas, están programadas para mandar y no para ser gregarias.  Nos enfrentamos a seres complicados y sibilinos que jamás admiten que haya otra loba alfa en las proximidades. Y mucho menos en el Consejo de Administración de una gran empresa. Seamos empíricos. Seamos prácticos. Seamos inteligentes para colocar a una gran fémina al frente de cualquier empresa seria que se tercie pero, Dios nos libre de meter a más de cinco de ellas en el mismo órgano de dirección con personas del otro sexo, pues tendríamos el siguiente balance empresarial: envidias, celos, maledicencias, rumores infundados que se traducen en millones de dolores de cabeza, en hombres infartados y en números rojos.

La mujer es superior en todo. Es el sexo fuerte y manda bien y bajo cualquier presión. Miren a Margaret Thatcher, que de haber tenido a otra mujer mandando  en la Unión Soviética nos habrían llevado al Apocalipsis, pero  nunca se rodeaba de chicas. Lo suyo era comandar hombres. Humillarles y hasta ganarles en la guerra.  El macho, por su parte, es el mayor enemigo de la mujer. No lo digo yo sino las estadísticas. En España salimos a un asesinato por semana. En esos mismos siete días, se producen varios cientos de denuncias falsas de  doncellas contra sus ex parejas. La solución es simple: que las madres retiren a sus hijas de la pareja tras la cópula y que los muchachos vuelvan a la costumbre sana de los gorriones formicantes, aquí te pillo y aquí te mato. Luego si te he visto no me acuerdo y que el matrimonio -tras su abolición- sea un mal recuerdo en la historia de occidente.

También habría que aumentar por ley el número de honrados come-almohadas que se sientan en esos Consejos. Homosexuales que jamás penetraron el usufructo de una vampiresa pero cuyos ojos siempre penetran la psique de esas Diosas tan complicadas.  Ellos podrían ayudarnos a entender el extraño universo de las damas.

Hablemos claro: las señoras y señoritas nunca se acordarán de aquello bueno que hemos hecho y, solo tendrán memoria para lo que hicimos mal.  Y jamás seremos perdonados, ni tolerados. Trabajemos junto a otros muchos otros hombres para difuminar nuestros “pecados” y que ellas manden mucho en esos centros de trabajo y a todas horas. Pero paridad, ni hablar del peluquín. Hasta ahí podríamos llegar.

Espero que no se ofendan por mi consejo para esos Consejos de Administración del futuro. Al fin y al cabo, nuestras doncellas se han ganado una gran reputación en cualquier profesión. Incluso en aquellas que se consideraban de hombres. Así que no creo que haya ningún problema en distribuirlas inteligentemente en la presidencia de las compañías. Tendremos una sola y sabia voz pero eso, una, y no una jaula de grillos que es la antesala del manicomio. 
 
¡La paridad para los parias de la tierra!



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5 comentarios:

  1. Una frase que digo mucho y se me está haciendo aburrida, es aquella en la que afirmo que ya rondo los cincuenta años o que ando a unos días del medio siglo. Pero es que no encuentro otra en la que basar mejor mis argumentos.
    ¡Joder!, ¿qué mejor argumento que la experiencia?, Pero claro!!! eso ya no vale, ya no cuenta aquello de que la veteranía es un grado, ni que el cliente siempre tiene razón, ni el que paga manda, ni haz el bien y no mires a quien. Tampoco aquello de que más sabe el demonio por viejo que por demonio, Parece ser que lo único que queda es aquello de que ningún tonto tira piedra a su tejado.
    Pues bien, basándome en mi experiencia, no he conocido ninguna mujer completamente heterosexual que prefiera una JEFA a un Jefe. Todas ellas prefieren tener como superior a un hombre. Y hablo en relación a cualquier oficio, da igual que sea peluquera, limpiadora, administrativa, camarera o prostituta. Que sea jefa de sección, accionista de una gran empresa, abogada o diseñadora.
    Si algo tienen en común, es que todas prefieren un hombre como jefe, y a mujeres como subordinadas. Si digo la verdad y haciendo memoria, he visto llorar de rabia a más mujeres por culpa de otra mujer que por culpa de un hombre. (En lo laboral, que otra cosa es lo emocional)
    Claro que teniendo en cuenta eso del medio siglo, tengo que admitir que deben de existir excepciones, pero yo.... no las he visto.
    Lo que si he visto y cada vez veo más, es como esa cosa de nacer varón, heterosexual, ser digno, un buen caballero y encima honrado. Es mas una carga que un montón de virtudes.

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    1. Tiene usted más razón que un santo en lo referente a lo de las mujeres que prefieren hombres como jefes en vez de sus pares. Yo, en cualquier caso, me decanto por no tener a nadie por encima de mí, y no le hablo del tálamo claro. En mi experiencia con ellas he intentado aplicar aquello de "a la mujer y al viento con mucho tiento". En cualquier caso, la mujer nunca tuvo demasiado poder y, al no disponer de fuerza física desarrolló un complejo sistema de pensamiento para intentar, en la medida de lo posible, imponerse. Por eso, como dejé escrito, no toleran a otra loba alfa en las proximidades. Si yo le contara la cantidad de cosas que las he visto hacer por pura envidia. La mujer es la gran enemiga de sí misma y el hombre su más tozudo exterminador. Las estadísticas no dejan lugar a dudas.

      Es obvio, o a un servidor se lo parece, que nos enfrentamos a seres complicados que jamás ven cuando alguien intenta ayudarlas. Le pongo de ejemplo este artículo; provocador y, en cierta forma una forma de rendición para que ellas manden. Y sin embargo, como muy bien ya sabía de antemano, las féminas se han sentido ofendidas. Algo que a estas alturas del negocio me preocupa más bien poco.

      Por otra pare, ser varón español y heterosexual es una maldición cuando se mezcla, como bien señala, con la honradez. Algunos de ellos han terminado durmiendo en un calabozo por denuncias falsas gracias a la legislación que nos regaló el zote de Zapatero. La verdad es que es para temerlas y tanto lo hago que soy ya incapaz de participar en un chat de whatsapp donde haya más de tres de ellas.

      Finalmente aprovecho la ocasión para felicitarle por su próximo cumpleaños.

      Un abrazo

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    2. Yo mismo soy uno de los que mencionas al final, y no una vez si no dos, y en solo tres días. Créeme que se lo que es la ley de discriminación positiva. Ese regalo de zapatero que se cargó de un plumazo la presunción de inocencia en favor de la mujer.
      Pero peor, son los que le siguieron y rodearon, que no solo no ven lo fallido de la lay, lo peor es que quieren endurecerla. Susana propone quitar preventivamente la patria potestad y el régimen de visita a cualquier hombre denunciado por ,maltrato, pero sin que haya siquiera sentencia firme.
      A veces me da la sensación de que están a ver quien dice la tontería mas grande. O peor aun, quien hunde mas al genero masculino heterosexual.

      Gracias por tus palabras.Hacen falta.
      Abrazos.

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    3. Por cierto!!!, Que fui totalmente absuelto y sin ninguna consecuencia. Eran denuncias falsas de esas que deberían perseguirse de oficio pero que dejan pasar.

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    4. Este año hemos tenido 29 hombres asesinados por sus parejas pero, casi nadie habla de ello porque la sociedad española no tolera. El hombre se ha convertido, de facto, en alguien que es- a diferencia del resto de mortales- en culpable hasta que no demuestre su inocencia. Luego cuando ocurren casos como el suyo, la absolución es una victoria moral pero el precio habrá sido altísimo. Finalmente decirle que el socialismo, en todas sus vertientes, como bien refleja la propuesta de Susana Díaz es el mayor enemigo de la libertad. Un saludo

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