domingo, 10 de julio de 2016

Cómo la socialdemocracia perjudica a los pobres



Artículo de Rafa G. García de Cosío

En los últimos días he sido testigo directo de una gran injusticia que me ha afectado directamente. Posteriormente, he consultado un artículo del New York Times en el que se habla de otra injusticia diferente. Ambas afectan a aquellos con menos recursos, y son generadas -sorpresa, sorpresa- por la socialdemocracia. 

Vayamos por partes. Ordenaré el primer caso dentro de la micropolítica, porque me ocurrió en el día a día: para ser exactos, en el trabajo. Por cláusulas de contrato, no puedo dar muchos detalles, pero sí diré que tiene que ver con mis clientes, altos directivos que ganan en torno a 10.000 euros al mes. Uno de ellos, ciudadano europeo, se puso a rellenar un formulario en clase para poder recibir del Estado alemán -al que yo contribuyo con un sueldo tres veces más bajo- un subsidio familiar por cada hijo, que, además, es doce veces mayor -han leído bien, doce veces mayor- que en su país de origen. Y su país de origen está en Europa occidental. Al indagar lo que hacía, mi otro cliente, su colega (con el mismo sueldazo), se burló de mí dándome las gracias por mis impuestos. Me pareció mucho más cruel de lo que mi cara consiguió disimular. Es evidente que esta ayuda estatal a la procreación debería tener algún límite, no sólo con respecto al patrimonio del receptor, sino también para aquellos que provengan de países con fiscalidad totalmente diferente.

El segundo caso que me sorprendió entra dentro de la macropolítica, porque no me afectó directamente aunque podría, en el futuro. En todo caso, es otra medida socialdemócrata con la única consecuencia de la ralentización de la economía y el perjuicio a los ahorradores. Se trata de la Foreign Account Tax Compliance Act, o Fatca, una ley de Estados Unidos que, habiendo entrado en vigor plenamente en 2015, impone sanciones a los bancos que no informen debidamente al gobierno americano sobre los datos de clientes que hayan decidido depositar sus ingresos en cuentas en el extranjero. Estas sanciones llegan hasta el 30 % de los ingresos de dichos bancos generados en Estados Unidos. El corolario es un esfuerzo burocrático titánico para identificar a dichos clientes -jubilados, sobre todo-, quienes viven fuera de su país y acaban perdiendo sus cuentas de ahorro, hipotecas o planes de pensiones, porque las instituciones financieras los observan como clientes problemáticos a los que irremediablemente aplican las sanciones o impuestos de marras.

Son solo dos casos. Pero podrían ser cientos cada día. A veces es mucho más fácil desmitificar la socialdemocracia que el liberalismo.


1 comentario:

  1. la social"democracia" es la mayor estafa totalitaria y corrupta del siglo XX y XXI

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