miércoles, 8 de noviembre de 2017

Instrucciones para una vida feliz


Artículo de Rafa G. García de Cosío


El maquinista Étienne se topa con su colega Suwarin. Estamos en la novela Germinal, de Émile Zola. Suwarin, inspirado en Michail Bakunin, fundador del movimiento anarquista, pide destruirlo todo: ''naciones, gobiernos, propiedad, Dios y el culto''. ''Entiendo'', responde Étienne, ''pero adónde os llevará eso?''. ''A la comunidad del principio, aún por formar, a un mundo nuevo, a un nuevo comienzo de todo'', responde risueño Suwarin. ''Y cómo queréis conseguirlo?'', prosigue, curioso, su amigo. ''Con fuego, con veneno, con la daga. El ladrón es el verdadero héroe, el vengador del pueblo''.

Anarquistas y ladrones? En qué consiste el gobierno tímidamente depuesto de Cataluña, si no en anarquistas (CUP) y ladrones (PdCat, antigua CiU)? Ojo, que no se acusa aquí de ningún robo investigado anterior o actualmente en los juzgados (familia Pujol, caso ITV, 3%, Palau, sedes del Santander, etc). Es el robo continuo a todos los catalanes, el último de los cuales es el viaje pagado ayer por la legión de los bastones, esos alcaldes de pueblos (sin industria) financiados por la Cataluña mayoritariamente constitucionalista de las grandes ciudades.

El caso es que lo de Cataluña, esta tragicomedia que no quiere acabarse nunca (echo de menos noticias del resto de España en los titulares!), es pura anarquía. Bakunin, al que he mencionado antes, lo dejó bien claro: ''Constituciones, leyes? necesitamos algo diferente: Tormenta, vida y un nuevo mundo sin leyes, por tanto, libre!''. Ese es el sueño pancatalanista: una libertad sin leyes, ergo anarquía. Pero si la Generalidad y la CUP se inspiran en Bakunin para destruirlo todo ("2.216 compañías han salido ya de Cataluña desde el referéndum del 1-O") y así crear algo nuevo, habrá que preguntarse en qué cosa se inspiró Bakunin, allá por el siglo XIX.

Con solo 22 años, cayó en las manos del anarquista ruso el libro Anweisung zum seligen Leben (instrucciones para una vida feliz), de Johann Gottlieb Fichte. En este libro, clave y fundamental para el pensamiento anarquista y para la vida revolucionaria y prófuga de Bakunin, Fichte diferenció entre el Ser verdadero y el aparente. El Ser verdadero es el Amor, y el enamorado está por encima de la Ley. Les suena de algo? ''Las ganas de destruir son unas ganas creadoras'' es también una frase atribuida al gran enemigo de los marxistas.


Leyeron ustedes a Rufían y Tardá en Twitter el pasado fin de semana? Rufián, el hijo de inmigrantes andaluces, promete que el 21 de diciembre será nuestra ''peor pesadilla'' (se refiere a nosotros, los españoles, por mucho que declaren su rechazo al Estado español y no a sus nacionales). Si eso no es una amenaza, que baje el presidente Tajani y lo vea. Tampoco le faltaron amenazas a Bakunin: Hay que incendiar edificios oficiales, quemar actas y llevar a cabo una revuelta ''sangrienta y horrible''.

Dice Gero von Randow, periodista alemán, que Bakunin habría sido un hombre para el siglo XXI, pues la especialidad de Bakunin era conectar a gente rebelde y le habría sido muy fácil con las redes sociales. Pero por esa regla de tres, Puigdemont sería un hombre para el XIX. No por su arcaica aplicación de lo peor del anarconacionalismo (nótese la palabreja y olvídense de que el anarquismo, en un principio, también pedía destruir las naciones), sino porque Bakunin logró huir de Siberia a la capitalista Estados Unidos a través de Japón, así como el Molt Honorable lo hizo a la monarquía belga. Dos enamorados por encima de la Ley.




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