lunes, 26 de enero de 2015

Carta a Susana Díaz




Querida Presidenta;


Le escribo desde el mediterráneo, esa inmensa patria salada que con su diversidad, nos llena todas las horas del día y de la noche. Un lugar donde el crepúsculo es como un desmayo infinito en el que la luz se desenfoca en la vaguedad. Yo sé que usted de esta
parte del mundo, como de la vida, entiende poco. Por ello, me he decidido a poner sobre el papel algunos pensamientos con la esperanza de que algún turiferario de la secta del capullo, su secta, se los haga llegar.

La acabo de escuchar usted hablando desde la ciudad de Málaga y, como no podía ser de otra manera, he de darle respuesta a sus continuos desvaríos. Mire, la Junta de Andalucía se caracteriza por la mala calidad de sus obras y el despilfarro del tiempo. Y miren que han tenido horas para arreglar el estropicio meridional que ha supuesto la taifa del sur. Sí, ya sé que usted se presenta como nueva en la autonomía más inútil de España, pero lleva más de una década siendo cómplice de este desastre. No es que yo dude de sus facultades, es que pienso que debería volver a la facultad a formarse y, dejar que los demás nos sigamos formando una pésima opinión de su persona. Con usted se cumple aquella máxima de "piensa mal y acertarás".

De cualquier manera, sé que escribir sobre usted, es como hacerlo sobre el agua. Sus compinches borran cualquier mensaje epistolar crítico porque en Andalucía, como sabemos, solo se puede ser perseguidores, o perseguidos. Yo soy de los segundos pero hoy quiero perseguir las sombras que nos ha dejado su patética gestión.
En materia sanitaria, Málaga es la ciudad de España con menor ratio de camas por habitante. Hablamos de una población de 2,3 millones de almasmuchas de ellas forasteras que no se registran por no pagar los abusivos impuestos de su comunidad. El déficit de enfermeros es tal que no se arregla ni contratando personal a última hora. Y todo empeora en verano porque, como sabe, la provincia malagueña recibe millones de turistas al año. Son muchas las localidades que triplican su población en el estío. Pues bien, ese es el momento que tiene su señoría de cerrarnos camas en los hospitales. Del tercer centro hospitalario para la Capital de la Costa del Sol ni hablamos. Su estupidez en este asunto es inenarrable.

En asuntos ferroviarios, llevamos décadas intentando hacer realidad el sueño del tren litoral para viajar de Nerja a Estepona pero, naranjas de la China. Sé que la responsabilidad no es únicamente suya, pero sí la de evitar que el Corredor mediterráneo pasara precisamente por esta orilla. Vaya que usted no es el peor violonchelo del parlamento pero su música desafina cada día más. Sacar ahora lo del trenecito, y con lo que ha llovido sobre sus vías, suena a discurso manido estilo Chaves prometiendo un sueldecito para las amas de casa. También sé que en estas tierras hay mucho talento pero, por supuesto, no tanto como para llegar por ferrocarril a una ciudad sin tren. Ya le vale que deje de mencionar el asunto de los trenecitos, pero quiero que sepa que el sueño andaluz descarrilará en una estación fantasma de Marbella.
En asuntos medioambientales decirle que llevamos más de tres décadas esperando el saneamiento integral de la Costa del Sol. En este sentido, creo que los socialistas han ganando su prestigio arruinando su reputación de gobernantes sensatos. La consecuencia directa es que cuando en Málaga suena el himno de Andalucía, los ciudadanos honrados nos echamos la mano a la cartera o, en su defecto, nos echamos al agua. 

También es de traca sus constantes invasiones de
 la autonomía municipal. Se lo digo porque no hay proyecto que sea paralizado en los cajones de San Telmo. Los últimos disparos de su gobierno han sido Los Baños del Carmen y el Mercado de la Merced.  Puede usted darnos uno, dos y hasta tres discursos, pero lo cierto es que no tiene criterio de gobierno, que no sea el de empantanar, ni sobre el mismo hecho de gobernar. Recuerde que destruir está al alcance de todas las inteligencias, crear es lo más elevado y noble que se puede hacer en este mundo.

En este manicomio andaluz desatado que usted gobierna, o eso asegura, seguimos teniendo un paro africano. Su gestión en este asunto bordea el irrealismo. De su orquesta emana una parodia de República Bananera con música de Tamara.
 Frente a su dogma de la destrucción de empleo, la política es, o debería ser, más inteligente y eficaz. Con apenas bajar los impuestos a todos nos llegaría para crear empleo. Aplique la astucia al servicio de la realidad, y no la irrealidad al servicio de la idiocia. Recientemente ustedes han presentado como un logro, socialista por supuesto, que la que era la mejor Escuela de Hostelería del mundo; La Cónsula, abriera sus puertas tres meses más tarde y, sin libros, sin saber cómo recuperaran las clases perdidas y sin uniformes. En verdad, podemos concluir que el modelo educativo andaluz no es nada modélico. Si lo fuera, los altos cargos de la Junta no tendrían a sus vástagos estudiando en centros privados. Desgraciadamente, en este punto no hay ni amplitud ni anchura de matices. Sencillamente, para triunfar en Andalucía y no aparecer en las listas del paro, hay que sacarse el carnet socialista.

 Lo que le pasa a usted Señora Díaz, es que aún se la oye en algunos sitios, pero ya no se la escuchaAl menos no junto al mediterráneo del que emana esa voluptuosidad de brisa marina que habla en susurros y dice; " esta tipeja no puede ser más inútil". Y no es únicamente la canción triste del mar, porque cualquier observador de la política empírica llega a la misma conclusión.
Finalmente quiero decirle que soy un tipo al que le gustan las cosas tangibles. Esa chimenea que tira de abajo arriba, y no a la inversa. Por más que lo pienso y reflexiono, no logro encontrar una razón positiva que justifique formar parte de Andalucía como ente político. La chimenea andaluza me llena la casa de humo para lo que tengo dos respuestas; o la quitamos, o la reformamos.
 Mire yo querría navegar en mi propio velero por mi mar, ser rotundamente feliz, radicalmente independiente y usted, y los de su secta, me llevan jodiendo la existencia demasiado tiempoAsí que no me queda otra que seguir denunciando sus abusos y corruptelas. No albergue alguna duda de que el PSOE andaluz tiene las horas contadas, puede que muchas o puede que pocas, pero las que sean van a servirme, al menos, para comprobar una vez más que con los años a cada uno se le pone la cara que merece. La de Amparo Rubiales a su lado, va a resultar de Top Model. Su careto será mi mejor venganza cuando se vea en la oposición. Ahora la dejo que el suave viento de levante flota en la melancolía exquisita de las olas rizadas y no es cuestión de perderme el espectáculo. Sí, ya sé que no entiende ni una palabra de lo que aquí le dejo escrito. No la culpo.

Siga con salud.

Sergio Calle Llorens


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