jueves, 19 de marzo de 2015

No vea er nivé!


Vi los dos debates. Los dos! Dos lunes seguidos en los que hube de condenar la noche. El panorama se presentaba ya desolador: un trío de doses. Las expectativas se cumplieron con creces. Con creces!!!

Antonio Maíllo, coordinador general de IU-A, todo pestañas, parecía Jesucristo en el Gólgota, crucificado entre los dos ladrones (averigüen quién sería el mal ladrón!). Cada vez que se volvía a cualquiera de sus dos adversarios, lo hacía con todo el cuerpo, como si le hubieran soldado su escaso mentón a la columna vertebral. Parecía un muñeco de la cabalgata de Reyes, de tieso que

se mostraba.

Moreno Bonilla, en el primero de los dos insufribles debates, miraba a la cámara para responder a Susana Díaz moviendo la cabeza con una oscilación peculiar, un meneíto que me recordaba a Manolo Escobar cuando le decía a su novia no me gusta que a los toros te lleves la minifalda. Su corte en el traje, su porte de dependiente de comercio antiguo y su sonrisa y manejo lacio de manos me impedían ver un candidato postulándose como Presidente, presentando en cambio ante mis ojos atónitos a Manuel Camp, aquel mítico anunciante del detergente Colón que decía eso de ...busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo!

Y qué decir de Susana Díaz? Si en el primero de los debates (el de Canal Susi) parecía la reencarnación de Nefertari, con esos rabos en los ojos que enmarcaban su mirada y la convertían en una diosa, en el segundo asalto televisivo (en TVE 24H) se presentó demacrada, macilenta, con los ojos indefinidos, mal iluminada, como abatida y hasta fea de solemnidad. La ropita blanca y roja, idéntica a la de los carteles que ensucian las paredes andaluzas, era la misma en ambos debates; y si no la misma, lo parecía. Hija, Susi, por Dios! Cámbiate! Que llevas una semana con lo mismo puesto!

De cualquier manera, no es el aspecto ni la gestualidad de los oponentes lo que determinó el hastío y hasta la vergüenza ajena del que suscribe estas líneas. No. No fueron ni las frases manidas de Susana Díaz, ni los folios extemporáneos de impresora casera que sacó Moreno Bonilla, ni la estolidez comunista de vaca pasiega que demostró Maíllo en su girar de tentetieso. Lo que generó una especie de asco cósmico en mi espíritu cansado de política sin Política fue el nivel de los debatientes. Dicho en andaluz castizo: er nivé!

Soy sevillano; del centro de Sevilla; de la Puerta Carmona. Y, aunque vivo en Jerez desde hace año y medio, he pasado medio siglo en Sevilla. Y al igual que otros tienen la desgracia de ser vieneses y han de sufrir porque se saben hijos de una ciudad que expulsó a sus mejores compositores, o los mató de hambre, o los enterró en una fosa común -aunque ahora vendan bombones con su apellido universal-, yo soy hijo también de una ciudad-Medea. Pero, salvado este extremo, debo decir que en esa ciudad nacen a veces frases escuetas capaces de definir paradigmas complejos de un modo, por su eficacia, cercano al Impresionismo. 


Cuando un sevillano dice no vea er nivé, está queriendo expresar una cota máxima o mínima; sin zonas intermedias. Utilizada dicha expresión para referirse -por ejemplo- a una fiesta excelsa, se quiere decir que dicha fiesta podría competir con las más extremadas bacanales de Calígula; dicha en sentido contrario, no vea er nivé hace referencia al nivel más bajo que uno pueda imaginar. Y es en este último sentido en el que yo lo voy a utilizar. Porque, desocupado lector, no vea er nivé que se alcanzó en ambos debates!

Tan sólo Maíllo -y esto es de justicia decirlo- se acercó, en la sintaxis y en el manejo fluido de las oraciones subordinadas, a lo que podría parecerse a un aspirante a gestor gubernativo; no a un candidato a Presidente (porque esto, primero, hay que creérselo uno mismo!), pero sí a un muy eficaz ayudante de Gestión Presidencial. 


No me cabe duda de que Antonio Maíllo es un hombre inteligente; es más, por lo que he oído de él de primera mano parece que es una bellísima persona y un tío íntegro. Mi amada María, editora de este diario, fue alumna suya en el IES de Aracena y siempre habla maravillosamente de él; mi amigo Luis Escribano estuvo directamente a sus órdenes durante más de un año en la Administración andaluza y sólo tiene buenas palabras para referirse a Maíllo. Pero -qué cosas!- es comunista. Y, claro, vive en un submundo personal y en un abismo perceptivo a años luz de mi concepción del universo social. Estoy convencido de que en una cena de Nochebuena, Maíllo y yo acabaríamos cogidos del hombro y cantando a dúo La Marsellesa, por aquello de la Revolución francesa; pero ni comparto su estructura de la Realidad ni su visión fenomenológica del mundo. Creo que ser comunista, más que un error político, como ya he dicho en numerosas ocasiones, es el resultado de una grave carencia de yodo.

En cuanto al dependiente de Almacenes Pérez (un comercio de ropa que había en una amplia esquina de la Puerta Osario en Sevilla), Moreno Bonilla, qué sensaciones más rancias emite! Cuánta razón tiene Sergio Calle cuando se refiere a él diciendo que, cada vez que Moreno se pasea por las calles de Málaga, la gente dice a su paso "Blandito sea el Señor!" Dios mío, qué muchacho más soso! Además, se le iban las mejores! Cuando la Susánida, envuelta en el fuego del Averno, le dijo eso de "...necesita usted una calculadora", Moreno Bonilla perdió la oportunidad de contestarle "la única calculadora que hay en este plató es usted, señora Díaz, que ha llegado a Presidente del Gobierno andaluz quitándose de en medio meticulosamente a cuantos la han ayudado a auparse; calculadora, usted, que parece haber previsto hasta los tiempos de inseminación para hacer coincidir su embarazo con las elecciones andaluzas y más tarde con las primarias del PSOE; usted sí que es una calculadora humana!" 


Pero, claro, para tumbar al adversario aprovechando la fuerza del otro hay que tener algo más que un padrino gallego en la Presidencia del Gobierno. Y Bonilla parece no tener nada más. Sus ataques (si pudieron llamarse así) fueron descafeinados, desnutridos, exangües; dichos con esa sonrisa manoloescobariana, más que denuncias parecían bromitas; más que amonestaciones, parecían esos toques que dan algunos tíos a las mujeres creyendo que así van a ligárselas!

Pero de dónde han sacado a este Moreno Bonilla? Con qué criterio han colocado a este jovencito anodino y con aspecto de rociero recién duchado al frente de la que se supone debía ser la Oposición al socialismo mafioso que nos extorsiona a todos? Dios mío de mi vida! Dónde vas, Juanma Moreno? Dónde vas, triste de ti? Voy en busca de Susana, que ayer tarde no la vi! ...A los votantes andaluces del PP os recuerdo la sentencia que el Dante vio escrita sobre la puerta del Infierno: Lasciate ogni speranze; abandonad toda esperanza!

Finalmente, si Maíllo llevó a los dos debates cierta seriedad, y Moreno Bonilla consiguió hacernos constatar que por muchos asesores de imagen que le pongan a un soso, soso se queda, la que dio el verdadero nivel del debate en sí mismo fue la Susánida, la Susi, Susana Díaz.


Descabalgada de su asno -Canal Sur-, en el debate de TVE 24H Susana se encontraba incómoda, mal iluminada; se le veía hasta chepa! La moderadora, María Casado, ese cyborg del que las maquilladoras se vengan, Dios sabe por qué, haciéndole parecer un peligroso personaje de The Walking Dead, tuvo verdaderos problemas para meter en cintura a la colérica trianera. Susana interrumpía una y otra vez, pasándose por el Arco del Postigo las amonestaciones de la cyborg. Susana saltaba como un resorte cada vez que el dependiente de Almacenes Pérez sacaba uno de sus folios de colorines o daba una cifra de las muchas que atañen a los innumerables casos de corrupción de los socialistas andaluces. 


Esta actitud colérica, bronca, que se podría resumir con la frase cercana al patetismo que la moderadora tuvo que lanzar a la iracunda candidata, "...escúcheme por lo menos a mí!", no procedía, como algunos quieren pensar, de los nervios del directo o del desamparo que sin duda sentía al no estar en su kafkiana fortaleza canalsureña, sino del abandono repentino de la impostura que generalmente adopta; abandono que sacó a la luz pública, por fin, su verdadera cara, que no es otra que la de una déspota.

Especialmente tremenda fue la escenita en la que el vendedor de detergente Colón le suplicaba que lo dejase hablar sin interrumpirle tanto, y ella, la Hydra, la Medusa, mirando al vacío que tras su atril hallaba, le espetó, levantando su brazo derecho por encima de su cabeza y con el mismo gesto que Al Pacino justo antes de disparar en la cabeza al Capitán de la Policía en el restaurante italiano "Venga! Continúe usted! Venga! Continúe, señor Moreno Bonilla!"
Extraordinaria secuencia que para siempre quedará en la retina de todos los españoles, la de esta autoritaria y ofuscada déspota, quien, por unos instantes, se hizo con el poder moderador del debate en el que ella misma actuaba como interviniente! 

Nada menos que a la mismísima María Casado, el cyborg de las mañanas de TVE, acostumbrada -como está- a lidiar con Presidentes de Gobierno, ministros y personajes públicos de todo pelaje, le echó la pata por encima esta niña malcriada, esta trianera militante que repite hasta la náusea su condición de hija de fontanero, como si tal pedigrí la eximiera de no haber dado un palo al agua en los cuarenta años de vida inútil (inútil para la sociedad andaluza!) que ha llevado; como si ser la hija de un currante la dispensara de arrastrar cuatro décadas de holgazanería concentrada en esa desfachatez prognática con la que amenaza en cada frase!

Y qué me dicen ustedes del latiguillo? "Esta Presidenta no va a consentir..." "Esta Presidenta va a gobernar para los andaluces..." "Esta Presidenta..." "Esta Presidenta..." 
Sinceramente: cada vez que lo largaba, yo oía "ésta que está aquí..." Y no por otra cosa que por la resistencia que presenta mi cerebro a concederle la categoría de Presidente a semejante botarate! Es insufrible, además, esa manía que tienen todos los imbéciles de hablar de sí mismos en tercera persona! Ya lo hacía Zapatero, y ésta le sigue los pasos. Le faltó, como dice la Divina Higea en uno de sus tuits, hablar en plural mayestático: "Nos, Susana, somos conscientes de tu incapacidad como Oposición, Moreno Bonilla"; "Nos, Susana, vamos a poner cien millones de euros más para que no cesen las mariscadas sindicales"; "Nos, la Hija del Fontanero, consideraremos ser la más guapa de esta reunión!"

A toda esta matraca y artificio burdo hay que sumar la manía de identificar las críticas a su partido con ataques a Andalucía. "Esta Presidenta no va a consentir que se ataque a Andalucía!" respondía invariablemente cada vez que el representante de paños de Tarrasa le pedía que explicara por qué había aforado a tres presuntos delincuentes de su cuerda justo antes de convocar estas elecciones anticipadas; o cómo era posible que aún no hubiera defenestrado a los dos ex Presidentes Chaves y Griñán, recién imputados por el Tribunal Supremo, pese a haber jurado ante la Blanca Paloma hacerlo si se daba el caso. 

Cada una de las críticas a las actividades mafiosas del PSOE andaluz, ella las convertía en un ataque a Andalucía. Y es que estos chorizos socialistas, estos mendrugos iletrados, estos chupacabras de copa de ribera y tapa-de-fuá-con-nueces llevan tantas décadas en el Poder que ya no saben distinguir entre su partido y su tierra; son como el Botas, personaje triste de Piratas del Caribe que navega junto al temible pero romántico Davy Jones. El Botas está tan mimetizado con el barco fantasma en el que transcurre su triste eternidad que su cráneo y su cuerpo forman ya parte del casco del navío; los límites entre el uno y el otro son ya indiscernibles. Han visto ustedes la película? Sí? Pues lo mismo les pasa a éstos: pedir cuentas al partido que ha urdido la red mafiosa que nos expolia desde hace décadas es percibido inmediatamente por estos paniaguados como una agresión a la tierra que expolian; como un ataque a Andalucía!

Váyase usted al guano, señora mía! Ni usted representa a los andaluces (porque, de momento, nadie la ha votado), ni puede llamarse propiamente andaluza; porque si verdaderamente lo fuera, jamás habría amparado y alentado la corrupción sistémica que heredó! Si realmente fuera una verdadera andaluza, en tan sólo dos Consejos de Gobierno (como dice mi admirado Luis Escribano) habría usted sentado las bases para el desmantelamiento inapelable de las estructuras mafiosas que sangran mi pobre y desgraciada tierra! Si usted tuviera un auténtico sentido del ridículo, clausuraría de inmediato Canal Sur, aduciendo motivos de higiene! Si usted fuera una genuina andaluza, desmontaría de inmediato el tinglado de IDEA, EPSA, Invercaria, la Agencia de Evaluación Educativa, etc. etc. y reintegraría esos miles de millones de euros (que anualmente se van por el sumidero a través del cual nutre usted a sus enchufados) a los colegios sin calefacción y sin recursos; o a la Sanidad Pública. Porque se le están muriendo los andaluces en los pasillos de los hospitales, señora mía! Que no hay personal sanitario suficiente para atender en las salas de despertar de los quirófanos! Que se nos pasan los años antes de que nos diga un especialista tenía usted que haber venido antes, porque esto ya no tiene solución!

Menudo nivel de debate político vimos los dos últimos lunes! Qué modos y maneras! Qué sintaxis, la de los dos representantes de los partidos mayoritariamente votados! Hay disléxicos que, al lado de Moreno y Díaz, parecerían Churchill o Cicerón! 
Pero lo peor no es la incapacidad oratoria, sino la ausencia de cualquier planteamiento de futuro! No hubo ninguna propuesta que no sonara claramente a zanahoria colgando delante del borrico! El comunista Maíllo, como un Pilatos melancólico, quiso lavarse las manos ante los casos de corrupción, como si no hubiera sido su partido el que sostuvo tres años más en el Poder al Agujero Negro Socialista; como si él nada tuviera que ver con el partido que cerró en falso la comisión de investigación del caso de los ERE irregulares! ...Sangrante!

Menudo desastre, ambos debates! Un lacio vestido de padrino de boda barata, sin sangre en las venas, dejando escapar campo a través a Susana Díaz, la pieza política más fácil de cobrar que hay actualmente en toda Europa! Ni una referencia seria al desastre en Educación; ni una palabra sobre la relación fiscal entre los capos de la Junta y Gibraltar; ni una amonestación cruda y contundente a esta Presidenta por el desastre del Servicio Andaluz de Salud; ni una sola exposición contundente acerca de la Administración paralela y sus miles de millones de euros anuales. Nada! Nasti! Cero! Magote! Kaput! ...Éste es el nivel!

De corazón, espero que el 22 de marzo los andaluces les machaquen a ustedes en las urnas, señores Moreno Bonilla, Maíllo y señora Díaz. Porque cualquiera de los tres se ha mostrado, a mi juicio, como un perfecto inútil para gobernar no ya una Autonomía, sino una sección cualquiera de una fábrica de conservas. Uno por inútil, otro por iluso y otra por mostrarse sin vergüenza, los tres han dejado clarísimo en dos ocasiones que no merecen el sueldo que les espera. Han marcado a fuego para siempre jamás, en la memoria de los españoles, de qué nivel político, intelectual y hasta emocional estamos hablando en Andalucía cuando se hace referencia a los que usurpan los escaños en el Parlamento. Han grabado con letras de orín, repulsivas pero indelebles, cuál es el nivel de la política andaluza. 


Ay, Séneca! Ay, Averroes! Ay, Maimónides! Qué vergüenza, de nuevo! Y qué pena, siempre! 

...No vea er nivé!




3 comentarios:

  1. Artículo leíble, pese a lo exaltado. De todos modos, esa exquisita corrección política de "carencia de yodo" resulta sublime. Ella sola vale más que mil sesudos comentarios que pueda haber por ahí. La utilizaré en el futuro en más de una ocasión, seguro.

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  2. Genial Eduardo, buenísimo y qué fantásticas descripciones.

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  3. Er nivé no ha podido ser más bajo; pero me temo que los asesores de imagen lo han recomendado pensando en que el pueblo que los vá a ver y escuchar es el que lleva votando al PSOE más de treinta años. No se puede pedir más. Nuestro adocenamiento no tiene parangón.

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