viernes, 5 de junio de 2015

De facto y de infarto




La escisión del PSOE nacional en dos es tan discreta como Nina Hagen. Pedro Sánchez dice que son un partido de izquierdas con Psoemos y la elefanta en la cacharrería andaluza que el PSOE es de centro, o sea, su egocentrismo PSO-ELLA, como si hubiera ideología detrás del Régimen o el más mínimo atisbo de vida inteligente en su Gobierno en funciones.

Zigzagueando 

En lo que respecta al Parlamento, Susánida lo ha dicho alto y claro: no al pacto anticorrupción -portazo a Tereschenka-; no, a que entreguen las actas los del suplicatorio del Tribunal Supremo; no, a los bancos que desahucian, no a reducir la Administración paralela y los miles de asesores, etc.

A ver si nos enteramos: Susánida está a favor de la privatización de los servicios públicos, de la mayor subida de impuestos, protege y blinda a los imputados de los ERE, no está dispuesta a dar el número de enchufados en la Administración paralela y mucho menos, reducirla o firmar un pacto anticorrupción -con lo cual está diciendo que está a favor-.

Ella es la continuidad de la herencia de sus padrinos Chaves y Griñán, remitiéndome a los hechos: colocar a ese señor de Presidente del Parlamento, la jugada de la mesa del Parlamento, Aznalcóllar, caso Ambulancias, el mantenimiento de la gigantesca Administración paralela a costa de recortes brutales, los altos cargos imputados bajo su Gobierno, la falta de colaboración con la Justicia, las llamadas a Carlos Lesmes, que ha metido en la Comisión Permanente a dos susánidas, la pseudoinvestigación interna de los cursos de formación con miles de millones, la falta de control, la no recuperación de lo robado, la grabación de Sabalete, la carta de la Delegada de Educación de Córdoba, etc. Es más de lo mismo.

Ante el contratiempo de los noes y el descrédito político, la leona de la Alhambra ha lanzado encuestas para aterrorizar al "cuarteto de la muerte", amenazas, exabruptos, berrinches, descalificaciones e insultos, argumentos búmeran como que gobernara la lista más votada, volviéndosele en su contra en las municipales. La lista más votada sirve sólo cuando ella lo dice, decide, ordena y manda. Si le interesa la lista más votada en Huelva, aplicará A. Si le interesa lo contrario en Sevilla y Córdoba, pues, sin despeinarse, no la respetará y se aliará con el diablo si hace falta. Eso tiene unos adjetivos calificativos: oportunista, sectaria, arbitraria, soberbia y manipuladora. Vayamos a nuevas elecciones con valentía. No hay otra salida más digna.

No se quiere enterar que no puede defender una cosa en el Parlamento y lo contrario en las municipales. Pero la trianera ha hecho de la necesidad, virtud -como ya apuntamos en este medio- y ha pretendido alargar ella misma las negociaciones en el último momento como dominadora, claro, si hay sumisos para ello. Es más antiguo que la Biblia: la dialéctica del amo/esclavo y el final del zarpazo del " tó pá mi". 

Suicidio político del PP andaluz 

Uno suele extrapolar los valores propios a los demás: si eres noble, piensas que todo el mundo es noble y si eres un corrupto, que todo el mundo lo es o, tonto por no trincar. De ahí vienen muchos errores y problemas con el mundo en general, y las personas, en particular. A Susánida le ha faltado cintura política con C´s y Podemos porque les presuponía su misma ambición, contradicciones, improvisaciones y arbitrariedades.

Ahora anda en negociaciones contra natura con el PP-A para cambiar ayuntamientos por su investidura. Ayer decían tres ayuntamientos; hoy que sin Sevilla no había acuerdo, mañana, ni idea. No se enteran que su objetivo secundario es cargarse al PP -el primario es ser presidenta- y con este pacto va a conseguir las dos cosas.

Hace días, la aspirante a la presidencia llamó a Moreno Morilla después de haberlo ninguneado sin ninguna piedad ni educación. Señor Moreno, ella sabe que como entréis al trapo os va a quitar del campo político de Andalucía, además de confirmar PPSOE, de facto. Ni se le ocurra. El agotado electorado pepero no es tan tolerante ni tan borrrego como el de ella, que vive del Régimen directa o indirectamente.

Aviso y repito, como lo acepte el PP-A, que vaya preparando la mortaja en las elecciones nacionales. ¿Ya se ha olvidado la trianera de que nunca iba a pactar con PP ni con Podemos? Pelillos a la mar: la falta a la palabra es consustancial a la candidata a la presidencia andaluza. Así, C´s y Podemos al mantener sus condiciones se están arrropando con un halo de respeto del que se está beneficiando el PP, si se mantiene en su negativa y en el cuarteto de la muerte. Ahí es donde hay que estar, con la mayoría del pueblo andaluz. Ni un paso atrás.

Lo que no tiene sentido es que ella, que estuvo al frente de las negociaciones con IU, dejara fuera a Arenas hace tres años, adelantara las elecciones, monta el pollo y ahora el PP le soluciona el embrollo y le permite gobernar. Los votantes del PP no van a perdonar y en las generales van a votar a C´s. El PP andaluz debe ser consciente del papel decisivo que está jugando en un cambio de rumbo en Andalucía y mirar a largo plazo.

Lo más inteligente es que el PP se mantuviera en contra de la investidura de Susánida e hiciera acuerdos con C´s en los municipios: por un lado, se desmarcaría de la maldición de quien pacta con Susánida se autodestruye seguro y, por otro lado, se salvarían de la quema las provincias orientales andaluzas que dependerían probablemente, de C´s, con lo cual la escisión de las dos andalucías estaría cada vez más nítida. En caso contrario, la abstención del PP tendría un alto coste. Preferible es mil veces elecciones andaluzas en septiembre.

Los frentes de Susánida 

Lo dicho: una tunanta, ventajista y no digna de fíar -hasta con su propio partido por el plantón a Pedro Sánchez y las declaraciones en Ferraz el sábado pasado, desmarcándose de las directrices generales-.

Al secretario general lo jibarizará a la menor oportunidad y ella cogerá la pértiga a Madrid a la primera ocasión, como hemos apuntado desde su inclusión en el Museo de la Autonomía Andaluza, entre los andaluces ilustres. Sobra decir que hasta sus propios altos cargos ya la ponen en cuestión, ante la situación de inestabilidad política de Andalucía y pueden volverse contra ella misma.

No gustan en Ferraz sus maneras y formas, las corruptelas andaluzas son el arma arrojadiza al PSOE nacional; por no hablar de su campaña, su gestión y sus resultados como política son un desastre: paro, educación, sanidad, recortes, falta de inversiones, huida de capitales, etc. No la ven ni intelectual, ni personalmente a la altura de representar al partido en foros nacionales e internacionales. Ese chabacaneo populista le funciona en la Andalucía de los pueblos y sus paniaguados; en otros escenarios, no.

Que le está intentando comer terreno a su secretario general es sabido por todos: lo ha amenazado con los 700.000 votos perdidos el 24M, lo pone en evidencia a cada ocasión y lo desautoriza en cuanto puede como "ni mijita" a los pactos globales.

Ella se considera la salvadora del PSOE y España; aunque con un bozal elástico, se siente aún más fuerte con los resultados de la municipales. La realidad es que está acorralada y limitada en el Parlamento, en su partido nacional y, poco a poco, entre los suyos autonómicos. Que nadie se equivoque, el tener que convocar nuevas elecciones es un fracaso que no se puede permitir y un canto a su inutilidad política. Claro está que le echará la culpa a los demás. Eso viene de sui.

Hay más frentes y frontones: el silencio sonoro sobre Chaves y Griñán a la espera a que el Supremo pida el suplicatorio de tres o de dos de los cinco lobitos -Chaves y Moreno dicen que saldrían indemnes -, el cerco a su enemiga número uno, Alaya, para que no tocara a los desaforados salientes y venideros e imputados no ha cuajado -Alaya no se cansa: ha imputado a once jefes de servicio de los cursos de formación e investiga a los secretarios generales de las delegaciones-. La sombra de Aznalcóllar y el caso Ambulancias se han difuminado por las elecciones, sus discursos contradictorios e inconsistentes son cada vez más evidentes: que no iba a pactar ni con PP ni con Podemos, o la barbaridad sobre que la pérdida de las mayorías de las grandes capitales y poblaciones gobernadas por el PP había sido por no haberla apoyado en su investidura -pero, a su vez, ese castigo de voto no influía a Podemos ni a C´s,- pone en evidencia sus falacias, manipulaciones y mentiras compulsivas. Las mamarrachadas a las que nos tiene acostumbrados y de las que se ríen los suyos.

Coda: ¿alguien habla del paro, la Sanidad, la Educación, la Dependencia, etc? Pues eso.


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