domingo, 22 de noviembre de 2015

Entrevista a mí mismo


Artículo de Rafa González


- Una entrevista a sí mismo? Parece que se cree muy importante. No tiene abuela que le entreviste?
Algo de egolatría puede que haya. Pero el objetivo de esta autoentrevista es otro. Estamos viviendo ahora mismo unos tiempos extremadamente complejos, y pensé que el método de la entrevista sería el más eficiente para expresarme esta vez. La entrevista te da más fondo para expresarte, puedes explicar o razonar cosas que en un ensayo serían más difícil de relatar. Quién sabe, puede que esté inventando un nuevo género sin darme cuenta.

-Por qué son tiempos tan complejos? No hemos dicho eso siempre?
Sí, es verdad. Cualquier mirada a la literatura, al periodismo del pasado nos permite ver que los pensadores ya tenían miedo en el pasado ante la complejidad de los cambios, ante la incertidumbre, porque no olvidemos que el cambio es inevitable, la sociedad está en permanente evolución. La gran diferencia con la actualidad es la sobreabundancia de la información y la frialdad con que tratamos con ella, pese a lo sensible que pueda ser. En el pasado, con tasas de analfabetismo altas, la manipulación y la guerra eran fáciles porque se podía manejar a la gente muy fácilmente, sin resistencia. Pero hoy, donde impera la falsa doctrina de que el analfabetismo no existe (solo porque todos saben leer o escribir), la información es una herramienta mucho más poderosa, porque se sigue manipulando mucho. Y con resistencia. Si hoy discutes con un analfabeto, es decir, una persona que sabe leer o escribir pero que nunca se ha cuestionado a sí mismo, que nunca ha cuestionado el mundo que le viene dado, los eslóganes, las modas, etc., ves con horror que opone resistencia! Y su armadura de acero hoy es Twitter: basta con que él tenga 12.000 seguidores más que tú, da igual los países que tú hayas visitado, da igual las lenguas que hables, da igual que tengas amigos repartidos en 500 ciudades más que los suyos, no importa dónde hayas trabajado o las experiencias que hayas vivido, no se lo puedes contar en 140 caracteres y sus argumentos valen más porque se ve rodeado de más gente. Con derecho a voto, por cierto.
-Cuál es ese mundo que viene dado, esos eslóganes, esas modas de las que habla?
Últimamente me obsesiona la palabra revolución. Todas las revoluciones del pasado han implicado a las masas, y es por eso mismo que la auténtica revolución de hoy en día debería cortar, cuestionar, a esas masas. En el siglo XXI, la revolución debería dirigirse contra ello que es aceptado por todos, es decir, esos eslóganes, esas modas, ese mundo nuestro intocable. Lo que los ingleses llaman lo taken for granted. Y, al contrario de lo que piensa la mayoría de la gente, el capitalismo no es aceptado por la población, en eso estoy con Juan Ramón Rallo. Así que uno no puede emprender una revolución contra aquello que odia, en todo caso se implicará en mejorarlo, como llevamos haciendo desde que el hombre vendió su primera rueda por una oveja. Voy a poner un ejemplo. Si usted hoy está en un bar con amigos y dice 'hay que eliminar el capitalismo', nadie va a rasgarse las vestiduras, porque lo han oído miles de veces, y muchos incluso compartirán su visión. Pero si dice 'hay que eliminar las comunidades autónomas', es posible que provoque risas, e incluso malestar en la gente, que en España sigue siendo muy regionalista. Es decir, le parecerá cachondo, pero es así. Si el anarquista Bakunin resucitara hoy en España y oyera que es más fácil acabar con el capitalismo que con 17 administraciones regionales, se descojonaría vivo. Resumiendo: que yo sí soy un revolucionario, y no el que lleva camisetas del che Guevara y la pulserita republicana en Isla Mágica.
-Cómo se puede cambiar esa mentalidad?
No se puede. Es posible hacerlo poco a poco. Uno no puede hacer salmón al horno en un minuto, tarda lo suyo. Pero hay esperanza. Me gusta cuando Luis Escribano nos comenta a los colaboradores de El Demócrata Liberal que lo de Andalucía es una carrera de fondo. Tiene razón. Hoy estamos lejos de ese rodillo del PSOE de los años 80 y 90 cuando era una verdadera revolución decir que Andalucía tenía que ser gobernada por otra gente más capaz. Hoy ya no es una revolución decirlo, porque hay una necesidad que es prácticamente higiénica, y por cierto, es algo que lamento. Porque tengo la sensación de que, si Andalucía es gobernada por otro partido que no sea el PSOE, y aparentemente pasará tarde o temprano porque ya se apaga la vela socialista, los andaluces no veremos un cambio real. Así es el PP de Rajoy: esperar sentado bajo el árbol a que la naranja se pudra y caiga por sí sola. Para qué alegrarse, si ya no nos la podemos comer?
-La naranja está podrida en todo Occidente?
Mire, a mí no me gusta criticar a una civilización en general. Occidente sigue siendo el paraíso terrenal para muchos refugiados e inmigrantes, así que tan mal no podemos estar. Yo prefiero criticar a personas concretas, especialmente a las que me he referido más arriba. No me gusta la gente que quiere tener los sueldos de los suizos pero critica su sistema fiscal, no me gusta la gente que quiere tener el empleo de Alemania sin afrontar una reforma laboral, no me gusta la gente que quiere seguridad en su país sin atacar y bombardear a los terroristas, no me gusta, en general, la gente que viaja en metro y se salta el torno para no pagar (aún teniendo dinero para el I-Phone). Me jode muchísimo la gente cuyo patrón de vida se resume en ''quiero un garaje subterráneo en mi casa, pero no veas los fascistas el agujero que están cavando en mi jardín!''.
-La mentalidad del 'not in my backyard' de los americanos, no?
Exactamente. Es que los atentados de París no solo han reventado vidas humanas, también han reventado y esparcido por todos lados mucho de lo peor que los europeos escondemos. Ya le he hablado de la cobardía. Los españoles hemos podido ver, una vez más, la diferencia abismal que hay entre la izquierda francesa y la española. Una jacobina, la otra jacobea: que vuelve a colocar a un gilipollas como secretario general cada 10 años. Las palabras de Hollande, 'Francia está en guerra', son inimaginables en un líder del PSOE, que habría dicho algo parecido a 'España se encuentra en un conflicto para el que debemos arrimar el hombro, con talante, con cintura, y con el arma de la esperanza y la ilusión'. Esa diferencia, claro, luego se ve en otras políticas, como por ejemplo que en Francia los socialistas se empeñen en favorecer la igualdad de verdad unificando regiones y en España sigamos dando más poder a las castas autonómicas. Pero luego están también los oportunistas. Este pasado miércoles por la mañana entrevistaron a un tipo en la televisión alemana, un escritor que se está haciendo rico con un libro autobiográfico sobre sus vivencias dentro del ISIS. Jürgen Todenhöfer, y créame que me molesta mucho hacerle publicidad, ha sacado el libro Inside IS - 10 Tage im Islamischen Staat (10 días dentro del Estado islámico). Habría que investigar a este tipo, bien por impostor (unas vacaciones en el Líbano y luego se inventa el argumento), bien por cómplice de terroristas, porque usted y yo sabemos que nadie sobrevive 10 días conviviendo con el Estado Islámico. Quizá con la suegra, pero algunos ni eso.
-Vamos, que la cosa no tiene solución?
Lamentablemente veo una disolución -de lo que sea- siempre más cercana que la solución. Soy un pesimista redomado.



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4 comentarios:

  1. Comparto gran parte de tu opinión. El analfabetismo funcional pasea orgulloso por las calles y monopoliza el show televisivo. Personas inteligentes, con capacidad de reflexión, no la practican demasiadas veces y es que, como digo con abusiva frecuencia, vivimos en la era de la información, no de la sabiduría. Enhorabuena, original entrevista.

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    1. Muchísimas gracias Aitor! Algunos me han animado a seguir con este tipo de autoentrevistas. Aunque uno no sea muy importante, jeje. Pásate más por aquí y déjanos tus opiniones.

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