martes, 17 de mayo de 2016

Más tonto que un obrero de derechas


Artículo de Paco Romero


“¿A qué se debe que el ciudadano de a pie, pese a tanta podredumbre, opte mayoritariamente por los partidos ‘corruptos’ frente a los ‘populistas’?”



Los últimos días han servido para que algunos colaboradores de este diario hayan mostrado su pensamiento político casi en absoluta desnudez: desde los que dejan bien claro su intención de votar sí o sí a los que aseguran que nunca votaron ni votarán, incluso los que anuncian por vez primera su abstención. Causas, justificaciones, alegatos siempre loables, por supuesto respetables y para todos los gustos que han hecho públicos desde su libertad y que revelan el contraste de matices, de ideas, del individuo como eje universal del progreso.

Aunque a nadie le interese y ya puestos -disculpen la pedantería- anuncio que yo sí voy a votar. Si continúo por aquí el 26J, introduciré mis papeletas en las urnas con análogo y máximo respeto a los que se decidan por otras opciones políticas o hayan preferido finalmente quedarse en casa aunque les “encante votar”. Y todo porque -en palabras de Evelyn Beatrice Halle atribuidas erróneamente a Voltaire y no a su biógrafa-, aunque “no estoy de acuerdo con lo que dices, defendería con mi vida tu derecho a decirlo”. Se llama democracia, algo tan simple que no llegan a entender muchos de los que se autoproclaman sus defensores, eternos refundadores y sempiternos exégetas de la “voluntad popular”.

Al decir de unos cuantos y simplificando a la máxima expresión, pareciera que, hoy por hoy, en las urnas se elige entre corrupción y populismo. Debiera estar claro a estas alturas que la corrupción, como la imaginación, es consustancial al ser humano, sea de izquierdas, de derechas o mediopensionista y todos -¡mea culpa!- “disfrutamos” de ese vergonzoso ingrediente en nuestros genes en mayor o menor proporción, lo que nos permite distinguir a la perfección entre los hijoputas nuestros y los de los otros. ¡Y si no vean cuánto ha tardado el primer alcalde (y/o alcaldesa) podemita en colocar a su cuñado o a su sobrino en la corporación, sin que los adalides de la decencia y del decoro hicieran acto de aparición!

¿A qué se debe, entonces, que el ciudadano de a pie, pese a tanta podredumbre, opte mayoritariamente por los partidos “corruptos” frente a los “populistas”? Básicamente, insisto, por lo inherente de tan indigna cualidad al ser humano y porque -¡sálvese quien pueda!- no hay corruptos, sino corruptibles y corruptores. Pero, sobretodo, porque la gente es consciente de que la corrupción tiene cura, el populismo no. Para combatirla basta con reforzar los mecanismos dentro de los partidos, detectarla precozmente y castigarla con decisión, sin olvidar que la justicia, manifiestamente mejorable también, aunque tarde, acaba llegando. Donde no se la espera es en las repúblicas bananeras y populistas que es la otra opción, la que, a pesar del colosal apoyo en las urnas en época de crisis, continúa mayoritariamente detrás en las aspiraciones de una sociedad democrática moderna e instruida.


¿Por qué se ataca sin piedad al socorrido obrero de derechas y se besuquea con fruición a un pijo millonario y podemita con cuentas en Panamá, asiento en la primera fila de la gala de Los Goya y residencia por más de 183 días al año en Beverly Hills? C’ est la vie, al menos la que nos muestra la rancia y -a la vez- esnobista sociedad que nos descubren las televisiones.


1 comentario:

  1. Muy complicado estar de acuerdo con usted, Paco Romero. Me centraré en lo importante del artículo desde mi punto de vista.
    ¿Democracia es votar? Para nada. Democracia es que el pueblo elija y controle a sus gobernantes, en España, ni una cosa ni la otra.
    Si hablamos de democracia formal, además, habría que añadir la separación de poderes en origen.
    ¿Elegir entre corrupción y populismo?. Como dije anteriormente, no se elige, puedes votar pero no eliges nada. En caso de elegir, sería entre corrupción y corrupción, puesto que el R78 no da opción a otra cosa. Que haya consenso, pactos, etc., va totalmente en contra de la democracia y por supuesto del poder "elegir".
    En fin, mucha suerte en las votaciones.
    Saludos.

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