Perdona que te escriba de nuevo, Susana, atareadísima como estás con tu proyecto personal en el Partido.

Solo que, esta vez, la ocasión lo merece. Y lo merece porque guarda relación con eso, con tu proyecto personal. Así que atiende:

Si te digo que esto va sobre las herencias, vas a dejar de leer. Tú y los tuyos. Diréis: “¡Ya no más, Relimpio!”, y fuera la entrada. Y yo os replico, quédate, quedaos, que no es más de lo mismo.

No entro más en la Ley de Sucesiones y Donaciones, que es debate de escolásticos. Lo dejo para gente más versada. Voy a algo peor, mucho peor, que puede derivar de una herencia o de cualquier fleco de la administración. Normalmente del fisco, pero puede ser un latigazo de cualquier otro mecanismo del Estado. Y no es una peculiaridad andaluza, respira, Susana.

Llevamos unos días leyendo acerca del caso de Juan José Reina Morales, embargadas las cuentas hasta… el año 2117!! (¿Pero cómo demonios es posible?) a cuenta de una herencia que, según parece, debió haber salido a 0 euros. Que ayer salió el hombre en la Marimorena, por si no te has enterado, Susana, a dar la cara y exponer su caso. Y que la tertuliana de tu partido, Martu, aun gritando “¡demagogia!”, no pudo sino reconocer que el caso de este hombre se debía a un más que probable error administrativo.

Un error que lo tiene embargado y en una situación desesperada. Hasta el año 2117. Un caso que no es único, según se comentó en el programa. Al contrario: no es infrecuente en España, dadas las peculiaridades de nuestro procedimiento administrativo. Lo que te debe preocupar, Susana, es que el caso índice, la muestra representativa es tuya. El absceso reventó por Coria del Río, Andalucía, España, que algo tiene que ver contigo. Y ese es el motivo de esta carta.

No me cabe la menor duda de que, en nuestro país, los casos como este no escasean, metiendo a más de un ciudadano en una situación kafkiana. Que, para ello, podíamos reescribir la novela del genio de Praga, cambiando el nombre de “El Proceso”, por “El Procedimiento”. Reconociendo que el ciudadano no acaba físicamente muerto, sino en muerte civil o ruina, durante varios años. La mano omnipotente de nuestra administración, legalmente capacitada para llevar su garra a cuentas, bienes y sueldo, de inmediato y sin preguntar, contrasta con nuestra capacidad de defensa, mermada por trámites desesperantes, y plazos dilatadísimos.

Todos somos Juan José Reina, Susana, y toda España es Coria del Río. Todos podemos ser embargados mañana y situados en muerte civil por el error de un prepotente situado bajo el amparo de las siglas de la agencia tributaria. Un tipo o tipa al que nada se va exigir cuando al fin se reconozca el error y se intente reparar un calvario de varios años. La palanca necesaria para el sempiterno abuso de poder en que se ha convertido el día a día en este país.

Que te pregunto que si este es tu proyecto para España, Susana, ahorita que aspiras a la Secretaría General de un Partido importante, con el cual podrías entonar, dentro de un tiempo:

“Deben reconocer en esto, señorías, la importancia de que una mujer llegue por vez primera a la Presidencia del Gobierno de la Nación…”

P.D. Ya te dije que tuvieras cuidado con la que tienes en Hacienda, que la conocemos bien de su paso por Sanidad. Le gusta la mano dura, interpretada a su modo y manera. Que, acerca del particular, te recomiendo mi primera novela (clicar aquí).



http://federicorelimpio.com/libros/piel-tatuada/ 

http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/Federico%20Relimpio