jueves, 21 de septiembre de 2017

Apoyar al Gobierno no es estar con Rajoy


Artículo de Antonio Robles



Esto es una guerra mediática y la está ganando el secesionismo. Por muchas razones. Entraré solo en una, nuestros líderes constitucionalistas aún siguen más preocupados en sacar rédito político que defender a España como nación común de todos los españoles y al Estado de Derecho como forma de gobernarnos.

La última evidencia: Cs ha preferido sobreactuar para mostrarse rotundo en la defensa de la democracia, que calibrar los riesgos de que el bloque constitucional se quebrara. Precisamente cuando, después de tantos titubeos del PSOE de Pedro Sánchez, se afianzaba día a día, prudentemente, el apoyo al Gobierno. Lo nunca visto, hasta el PSC de Iceta, dejaba a diario claro que no apoyarían un referéndum ilegal y llamaba sin ambages a no votar.

¿Por qué Albert Rivera ha preferido asumir ese riesgo, en lugar de colaborar en la sombra con ese matrimonio de conveniencias entre PP y PSOE? ¿Por qué su equipo de comunicación no previó que la prensa internacional daría alguna credibilidad a la causa secesionista cuando el propio Parlamento de la nación española dejaba en minoría las acciones de su Gobierno? ¿Por qué ha preferido poner en evidencia al PSOE cuando entraba en vereda, a sabiendas que cualquier coma podría sacarlo de ella?

Las respuestas se reducen a cuatro: porque pretendía afianzar el bloque constitucionalista para afrontar el golpe de Estado sin zarandajas; porque quería poner en evidencia al PSOE sin importarle el bien de España; porque se quería marcar un tanto que individualizase a su líder Albert Rivera como el único líder con arrestos en una situación histórica (cavilen ustedes por qué); o finalmente, porque sus cálculos, fueren los que fueren, resultaron un error y no supieron preverlo. Elijan. Pero este es el nivel político en un tiempo donde el altruismo y la épica deberían presidir el interés general y no el cálculo, la vanidad o la ambición personal.

Cs, eso sí, ha logrado evidenciar la inconsistencia de este PSOE de nación de naciones, o sea, lo que ya sabíamos. Pero no era el momento, ni la causa. Hoy la causa es ponerse a las órdenes del Gobierno de la nación, sea éste o cualquier otro. Y dejar los cálculos para cuando se gane esta guerra.

¿Por qué? Porque hoy apoyar las acciones del gobierno, no es apoyar a Rajoy, es apoyar a la ley, es apoyar a la democracia, es apoyar la Constitución, es apoyar al Estado de Derecho, es apoyar a la nación española, la única nación de hombres libres e iguales que hoy se opone a sediciosos, ladrones, golpistas, egoístas, supremacistas y defensores de foros y privilegios de esa antigualla reivindicada como derechos históricos y mentiras adobadas del pasado.




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