miércoles, 25 de octubre de 2017

Falta personal al SAS




Artículo de Paciencia Granadina


  • La falta de personal sanitario es un grave problema, también para el propio personal que trabaja bajo mínimos
  •  Pero quiero ir más allá, la falta de personal para un paciente ingresado en un hospital es un auténtico calvario 
  •  Las consecuencias las sufrimos todos, menos los que las planifican, ordenan y ejecutan.

Aunque pueda parecer una queja recurrente de los pacientes y usuarios, la falta de personal sanitario es un grave problema, también para el propio personal que trabaja bajo mínimos. Pero dado que sólo puedo hablar desde mi perspectiva, lo haré desde el punto de vista de usuario.

Desde hace un tiempo, salen noticias en los medios de comunicación sobre agresiones al personal sanitario, totalmente fuera de lugar, injustificadas y muy preocupantes entre un colectivo que tiene como fin último sanar; pero para llevarlo a cabo se vale de herramientas metodológicas como la empatía, la humanidad, la solidaridad, etc. Difícil hacerlo en ciertas condiciones extremas, que se están dando gracias a la Consejería de Sanidad andaluza.

En ese mismo contexto nos encontramos los usuarios. Por banal que parezca, tener que perder toda una mañana de trabajo para ir al médico de familia porque, aún teniendo cita, te puede atender una hora o dos más tarde, puede ocasionar problemas. Y todo porque las citas son dadas con una horquilla temporal laxa. La teoría y la práctica divergen.

Pero quiero ir más allá, la falta de personal para un paciente ingresado en un hospital es un auténtico calvario ¿Qué pasa si una planta con 40 pacientes es atendida por un auxiliar y un enfermero, y uno de los pacientes sufre un brote psicótico imprevisible? Por no ser muy dramáticos, digamos que los pacientes ingresados tienen movilidad en este supuesto -no sería una planta de traumatología-. Pasa que las dos personas que atienden esa planta tienen que intentar “reducir” sin ocasionarle, ni que les ocasione ningún daño, que hasta para esa tarea, dos personas no son suficientes. Una de ellas tiene que llamar a un médico de guardia, y cuando pasados 20 minutos viene el médico, que estaba en urgencias, y le administra una medicación, esperar otros 15 minutos a que le haga efecto, y después recuperar la calma y el orden. Durante 45 minutos, toda la planta ha estado desatendida, ante la mirada atónita y la impotencia de pacientes y familiares.

Puede pasar que un paciente de la misma habitación, sea trasladado a radiología para realizarle un TAC, y justo antes de entrar, fallezca, y su familiar directo tenga que elegir entre esperar en un pasillo con un cadáver o devolverlo a la habitación que compartía, a la espera del personal adecuado para esta situación. Cualquiera elige la segunda opción, pero hay que estar en la habitación, con ese familiar, ese fallecido al que has conocido unos días, dos pacientes más y sus familiares. Muy duro.

Transcurrida una semana, los acompañantes aprendemos enfermería sí o sí -a veces por ayudar, otras veces por las esperas interminables y otras veces porque el ingresado lo necesita y no queda más remedio que hacer de enfermera-. Sería interminable la lista de episodios desagradables que se pueden vivir en un hospital por la falta de personal; pero no es lo que quiero evidenciar.

Lo que me gustaría transmitir con estas líneas es que todos esos casos de agresiones tienen un origen: la falta de personal. Las consecuencias las sufrimos todos, menos los que las planifican, ordenan y ejecutan. Ningún consejero, viceconsejero, gerente del SAS, gerente del hospital o jefe de servicio están cerca cuando pasan estos episodios límites y te acuerdas de todo el árbol genealógico de quien no contrata más personal sanitario.

Al final resulta que, además del paciente y usuarios, los más afectados por la escasez de personal sanitario son ellos mismos, los profesionales doblemente afectados: primero, por la carga de trabajo, doble o triple; después porque son los que dan la cara,  a pesar de llevarse broncas, sinsabores, insultos e incluso agresiones físicas, para luego poner la otra mejilla.

Vaya por delante mi más sincero agradecimiento a todos esos profesionales que se multiplican por tres, a los que siempre te reciben con su mejor sonrisa, te llaman por tu nombre e incluso vienen a despedirse a la habitación al acabar el turno (ya tiene mérito no salir corriendo).

Iba a escribir “deseamos”, pero no. Los pacientes EXIGIMOS que se contrate al personal sanitario necesario para una adecuada, digna y profesional atención sanitaria. Y no pararemos hasta conseguirlo.



*Paciencia Granadina es miembro de la Asociación Justicia por la Sanidad

1 comentario:

  1. Es un gran problema porque no somos sanitarios, sólo acompañantes del Enfermo!!!
    Sí además estás ingrasado en nuestro querido Neveral, no existe servicio de cafetería con lo qué la merienda,cena o desayuno lo tienes qué aportar!!!!
    Contraten personal y dejense de incumplir con servicios públicos en mínimos día a dia!, Sobretodo cuando comprobamos el reparto de beneficios sí o sí!!! #BastaYá

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