lunes, 19 de enero de 2015

Soy Liberal

Por Sergio Calle Llorens 

Me he pasado toda la vida buscando un partido politico que nos trajera el cambio pero siempre me topo con la misma pandilla de Sierra Morena. Sí, el telégrafo y la Guardia Civil acabaron con los bandoleros, la España autonómico crió una nueva raza de cuatreros.

Y a ver quien es el guapo que les para ahora. En cualquier caso, me adhiero a esa corriente política que defiende que los demás pueden estar en lo cierto, y yo ser el equivocado. Dicho de otra manera, soy un liberal convencido. También desde un punto de vista económico para huir del mísero peculio . Claro que la cosa tiene sus matices y variantes. No obstante, ninguno vendrá de la taimada estupidez general tan arraigada de las tierras del sur. Y no se me hagan los ofendidos. En mi defensa añadiré que soy producto de un paisaje y un mar sabios. Obviamente los libros de la biblioteca familiar también cumplieron su parte en mi desarrollo ideológico. Tampoco podría olvidar, ni quiero, aquellas viejas historias junto a la lumbre en la que algunos de nuestros liberales más queridos salían huyendo de España. Ya saben, el fuego en la espalda o en el pecho, y las campanas de la pequeña ermita tocando a muertos.

Ayer mismo pensaba en ello en una mañana que hacía esfuerzos para colorear la helada matinal. En el confín, aparecían los picos de la Sierra de las Nieves, grandes diamantes de estos lares, y todo cubierto por una fina escarcha. Y mientras más pensaba, más me daba cuenta de que si antaño me molestaba ser minoría, hoy estoy encantado. Y es que no encuentro ningún interés romántico por la autonomía andaluz, ni apenas una inclinación zootécnica. Ser liberal es, por tanto, pertenecer a una vieja estirpe de personas que quedan muy bien en el cuadro de Gisbert, antes de ser fusilados junto a Torrijos en una playa malagueña al amanecer. Gente que pensó que solo a través de la razón y las ideas liberales se podía cambiar España. Sé que mi historia, la nuestra, la de los liberales, siempre termina frente a un pelotón de fusilamiento o en el exilio. Sin embargo, no veo mejor forma de ir a cenar con Jesucristo que en compañía de esa minoría que, como saben, cabe en un taxi de cualquier ciudad española.

Andalucía representa lo contrario del liberalismo. El "Vivan las caenas" frente al viejo sueño de ser ciudadanos, nunca súbditos de nadie. La región está completamente alejada del idealismo platónico y vive, o eso dicen, en una especie de arcadia feliz donde todo lo malo es culpa de Madrid. Una realidad dominada por la pereza de soñar con un mundo mejor. En mi opinión, al contrario de lo que se dice, el andaluz, y por ende todo español, tiene miedo de la libertad con mayúsculas. Su especialidad es poner excusas y aplica, siempre que puede, la técnica del calamar con su enojosa tinta.

El sueño liberal, aunque ciertamente minoritario, sigue vivo y no es una cosa antigua de la Constitución de Cádiz. Ser una gota en el inmenso oceáno del chapapote que arrastran los que quieren regular hasta nuestras redes de pesca, es un privilegio al alcance de muy pocos. Pasará el tiempo, por supuesto, y la historia dictará sentencia de quienes éramos los menos malos. Así que igual que hoy, Fernando VII es considerado como el peor personaje de la historia de España, llegará el día en el que los Chaves, los Griñán, los Díaz y toda esta pléyade de inútiles estén en el apartado de felones corrruptos de los libros de texto. Quiera Dios que nosotros figuremos, en cambio, en la sección de patriotas como Blanco White, Jovellanos, Torrijos, Moratín entre otros. Hasta entonces, voy a seguir luchando contra la vulgaridad perrogrullesca del socialismo andaluz que aspira, además de quitarnos la bolsa, a ser más haciendo cada vez lo menos posible. Se hace tarde amigos, y la fuerza evocadora del fuego es estupenda. Sé que hay que dejar a las almas muertas inmersas en su triste escepticismo pero, esta noche convocaré a esos espíritus errantes para que me iluminen en mi lucha.

Sergio Calle Llorens



7 comentarios:

  1. Salvo la poesía, nunca he sido poeta, has expresado hasta el tuétano mis ideas, pero mucho mejor. ¡Bravo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Curro. En verdad, si no fuera por la poesía, no podría ni escribir. Un saludo.

      Eliminar
  2. Por fonhe podido ver por escrito lo que tenía en mi cabeza desde hace años, gracias.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, la verdad es que somos muy poquitos pero muy buenos. Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Lo de "Torrijos" lo tendrías que matizar pues mucha gente puede pensar que se trata del "otro" y no lo vamos a hacer santo ahora después de la tragantá de mariscada que se zampó a costa del dinero de los sevillanos. Y otra cosa el escrito queda muy bonito pero no lo entiende la mayoría de la gente y si queremos que llegue a los ciudadanos deberíamos de ser más sencillo. No es necesario exigirles que sepan latín. Gracias y ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Le acepto el consejo. En cuanto a lo de Torrijos creo que el único con ese apellido que fue fusilado en una playa malagueña. Vaya que es conocido el dato. En cualquier caso, no puedo imaginarme a un espectador de Canal Sur leyendo mis artículos. Podría ser, pero lo veo improbable.. Además, desconozco lo que piensa la gente ordinaria, es más, escribo para diferenciarme. Un saludo y gracias por los ánimos.

      Eliminar