martes, 31 de marzo de 2015

Tocomocho postelectoral


Ha tenido que transcurrir una semana de ofensas desde los comicios andaluces y zarandearse al líder desde las barricadas de su electorado, para que el Partido Popular de Andalucía proclame a los “tres vientos” que, disipadas las dudas, votará en contra de la investidura en Andalucía.
El veinticinco por ciento del céfiro remanente (la sorpresa sería un vendaval) aún se lo reserva el “líder” popular: “si de mí dependiera, daría el apoyo a la candidata socialista, previo un gran acuerdo por escrito para que ambos partidos respeten la lista más votada en los ayuntamientos y las diputaciones a partir del 24 de mayo”.
Para colmo de males, el aciago argumento ha sido rebatido por la propia candidata, no prestándose a enjuagues e invalidando el timo del tocomocho con el que el malagueño nos amenazaba: “Te cambio mis 33 cromos del Parlamento, repes, manidos, sobados e ineficaces durante otros tantos años, por tus estampitas, ésas de las ocho capitales de provincia y de la mitad de las diputaciones. Así, sin ley que lo respalde, nos basta con un cuartilla que firmemos los dos... aunque también podría valer una servilleta de papel”.
Es decir: ¡fuera principios, fuera programa, dentro alcaldes, dentro concejales, tú gobiernas, yo me opongo solo un poquito, que siga el baile... !
Engaño que, irremediablemente, se hubieran vuelto contra el supuesto timador y que parece no va a perpetrarse.
Mira, Juanma: vela por tus electores -los que te van quedando-, propicia que ciudadanos y podemistas enseñen la patita por debajo de la puerta, defiende los intereses generales, aparca los particulares y, sobretodo, ponte a trabajar, no hagas como si te opusieras y practica -de verdad- la necesaria oposición (DRAE 6. f. Conjunto de grupos o partidos que en un país se oponen a la política del Gobierno) que, por otra parte, es lo único que te queda, ante la incompetencia, nulidad y cortedad de miras de unos y otros para conseguir ese acuerdo a la jamaicana más necesario que nunca.
Con iniciativas tan absurdas, disuasorias y desalentadoras hacia los fieles, no solo te habrán comido la merienda del Parlamento Andaluz, sino que, en un par de meses, te irás a la cama sin la cena de los ayuntamientos y, lo que puede ser peor para ti, antes de final de año, esmirriado y desnutrido, te recostarás entre cartones en un soportal cualquiera con la álgida compañía de un tetrabrik de donsimón.

Principios, estos son mis principios y si no le gustan... se aguanta.


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