sábado, 14 de noviembre de 2015

Entschuldigung Angela, no cabemos


Artículo de Rafa González


Cuando el viernes por la noche vi esta foto en El Mundo, mi atención no se dirigió a los cadáveres de los terribles atentados en una calle parisina repleta de restaurantes. Tampoco al nombre del restaurante de la imagen. Ni al cartel que anuncia Wifi gratis. Tampoco me fijé al principio en los servicios médicos que pululan alrededor. Ni en los destrozos, los coches, el cordón policial. No. Me fijé, primero, en los tacones del cuerpo que yace en el medio.
 
Probablemente porque es algo insólito. Estamos acostumbrados a ver cadáveres descalzos, en vaqueros, con sangre que tapa toda la ropa. Acaso mantas que, por decoro, lo cubren absolutamente todo. Pero esta foto muestra, creo que por primera vez en los medios de comunicación europeos, un cadáver tapado del que, sin embargo, asoman unos tacones. El hecho de que esté tapado nos permite especular sobre la víctima. No sabemos cómo se llama, quién es (probablemente la identidad nunca sea desvelada), si es rica o esos eran sus únicos zapatos de fiesta. Pero desde el primer minuto en que está pobre persona perdió la vida, desde la primera hora en que empezó a circular la foto, todo el mundo tiene dos certezas: una, que esta persona estaba celebrando la vida, el comienzo del fin de semana tras unos días de trabajo duros. Y la otra, más terrible: que podríamos haber sido cualquiera.

Ha vuelto a ser París, ha vuelto a ser en Francia. El país de Europa con mayor población musulmana, un país comprometido en la lucha contra el terrorismo islamista en tres continentes. Un cóctel molotov, vaya. Cuando esta semana los medios españoles daban la 'noticia' de que llegaba la primera veintena de refugiados sirios a nuestro país, yo me preguntaba si algún periodista en España era consciente de que, en el tiempo que tardaban en redactar tal noticia, en Alemania había miles de sirios cruzando la frontera. Merkel decidió este verano abrir las puertas de par en par a todos, sin controles, por esa mala conciencia tan alemana que es pensar que la sombra de Hitler aún revolotea por cualquier decisión política, y no se ha parado ni un minuto en pensar en las consecuencias. Que levante la mano quien no haya paseado alguna vez por una ciudad europea y haya visto a un grupo de inmigrantes de cuyos papeles, de cuya integración en la Unión Europea ha procedido dudar. 

En la era de la sobredosis informativa, ya no cabe informar ni opinar, sino solo especular. Y es muy probable que más de uno se esté frotando las manos ante la posibilidad de que el Frente Nacional gane las elecciones en 2017. Lo cual tampoco sería bueno, porque podría significar el fin del proyecto europeo. Sin embargo, los incendiarios no solo están a la extrema derecha, también se esconden en esa supuesta izquierda redentora de la inmigración (siempre que no se queden en su casa, claro). Me refiero a aquellos que proponen abrir las fronteras del todo por 'humanidad', alegando que solo los ricos son racistas interesados en una supuesta pureza de la raza. 

No, joder, no. La mujer de los tacones, de la que nunca oiremos nada, llevaba tacones porque era su día de fiesta. Llevaba toda la semana esperando para cenar en ese restaurante, para contarse historias con una amiga, con su novio, con su marido. Y le tocó a ella en el sitio más insospechado como nos podría haber tocado a nosotros. Entschuldigung, disculpe, Angela, pero no cabemos!



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4 comentarios:

  1. Pues mejor que quepamos, amigo, porque el 99.999999% de esa gente que viene, lo hace escapando de lo mismo que ha pasado en Paris pero centuplicado por mil. En Siria, los 8 cabrones con cinturones de colores son ochocientos mil y se cargan, se han gardado y se van a cargar a muchísima mas gente de los que hemos caido en Europa. Por eso mismo se vienen para acá. Si lo que queremos es que se vayan, (y perfecto, porque además no vienen a integrarse, vienen a esperar a que aquello se arregle y no los maten entre tanto), lo que hay que hacer coger esas guerras por los cuernos y lucharlas. ¿Y se hará? No creo. Libia va de puta madre mientras sigan soltando crudo low cost. Los campos petroliferos libios nunca han estado mas activos. ¿Quien lo está comprando?. Los explosivos que usan esta gente ¿quien los está fabricando y vendiendo? Las armas que eternizan el conflicto ¿quien las hace y las vende (ni siquiera bajo cuerda)? La humanidad, en este como en otros tantos casos, vuelve a dejar claro que mientras haya interesos comerciales, ni muertos ni libertades ni flautas en vinagre. Saludos, desde el nitro cancer que estamos respirando, comiendo, ñam ñam, que salchichas tan ricas!.

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    1. Gracias por su comentario. Por supuesto, estoy de acuerdo: tenemos que luchar esas guerras, y dejar intereses comerciales aparte. Pero con qué apoyo? Sabe usted que muchos europeos están contra la intervención en terceros países? Sí, están en contra porque hablan de que sólo nos interesa el petróleo. Aparentemente, prefieren que ese petróleo lo controlen los fascistas del Estado Islámico antes que los capitalistas malvados americanos o europeos. No lo ve usted así? Pues sea honesto, quién prefiere que controle eso?
      No sé si tiene datos estadísticos para demostrar el 99.99999%, pero como sospecho que es pura retórica, le diré que de ese casi 100% de refugiados, aunque usted no lo sepa, tiene una alta probabilidad de unirse a una célula islamista en Europa, a la orden del ISIS, la CIA o quien usted guste, para matar ante la FALTA de oportunidades que tendrá en Europa. Tenga buen fin de semana.

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  2. Rafael, gracias por su respuesta; permítame contestarle, sin animo de eternizar pero sí de continuar tan saludable debate. Mis números son fruto de la retórica, efectivamente. Si tuviesemos usted y yo acceso a estadísticas 100% fiables, me atrevo a imaginar que, tomado un colectivo de europeos igual en número al de inmigrantes recibido, el % de violadores, psicopatas y homicidas en potencia no iba a diferir tanto. La falta de oportunidades es para todos, el grado de hijoputez también. No era precisamente sirio el de la isla noruega, aquella de tan curiosa rima. Yo tan solo abogo por no demonizar al diferente.
    En el otro punto de acuerdo, entiendo que sus preguntas son retóricas. En efecto, los europeos no estamos interesados en intervenir el petroleo de terceros paises, pero por lo menos deberiamos exigir la distinción su origen cuando se compra, como sí se hace con otros productos que vienen de dictaduras o paises que explotan a su población. Entonces se discrimina con etiquetas, comercio internacional limpio lo llaman; pero con el petroleo... sucio, sucio del todo. Sin embargo, en este aspecto, termino igual que en mi anterior comentario: Soluciones, mientras el interés de una industria fuerte ande de por medio, no van a aparecer de la mano de institución alguna.

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    1. Pues mire, es una buena idea lo de la distinción en la etiqueta según el origen del petróleo. El problema radica, amigo, en que si lo piensa bien, el único país del mundo democrático con reservas petrolíferas que no es ni el de los malvados yankis capitalistas (USA) ni los de la OPEC (Venezuela, Irán, Arabia Saudi, Irak) es Noruega. Va a vivir todo el mundo del petróleo de Noruega? A quién se lo compramos entonces? Con qué combustible van a arrancar las lanchas de Greenpeace? Ahí lo dejo. Saludos.

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