viernes, 25 de noviembre de 2016

Náusea, asco y repulsa


Artículo de Luis Marín Sicilia


“Náusea de unos medios y unos periodistas convertidos en cuervos de una víctima propiciatoria”

“Náusea de quienes han entrado en la política para sumergirse en los peores instintos del ser humano”

“Náusea de quienes no supieron defender la honra mancillada de una compañera”


La familia de Rita Barbera pidió a instituciones y partidos que no acudieran a su funeral. Escueta petición que expresa, sin decirlo, la náusea, el asco y la repulsa íntima de quienes acompañaron a Rita en la soledad de su abandono auspiciado por medios informativos, compañeros y adversarios, hasta romper su fortaleza personal y acabar, quebrantada por un dolor inmenso, con su vida.

Náusea de unos medios y unos periodistas convertidos en cuervos de una víctima propiciatoria, dando con ello satisfacción a unas opciones políticas para quienes, sin tapujos, preparan sus programas a cualquier hora del día, y promueven, micrófono en ristre, auténticos escraches y asedios, para deshonra del digno oficio de informar.

Náusea de quienes han entrado en la política para sumergirse en los peores instintos del ser humano, incapaces, siquiera por unas horas, de abandonar la bajeza moral que los caracteriza. Nauseabunda la conducta de quienes hablan de algo nuevo en una política para la gente, olvidando que la gente distingue entre lo público y lo privado, entre un adversario político y un enemigo público, entre las personas y los cargos que hayan podido ostentar. La gente, señores de morado, ante la muerte, da el pésame y guarda silencio.

Náusea de quienes no supieron defender la honra mancillada de una compañera a la que, de forma directa o indirecta, tanto debían. Asco por tantos y tantos que, de forma indigna, la dejaron sumirse en la depresión y la soledad, incapaces de defender como corresponde en un Estado de Derecho la presunción de inocencia de una compañera fiel, leal, comprometida y discreta.

Náusea, asco y menosprecio para quienes han hundido a la confrontación política en lo más repulsivo del noble contraste de ideas y programas. Porque nauseabunda es esta deriva de esa clase política en la que los pactos se supeditan a la exigencia de expulsar de la vida pública a quienes, por meros indicios o simples acusaciones, interesa quitar de la circulación. Náusea de quienes piden sin rigor su cabeza y asco de quienes no tienen la grandeza de negársela, porque son incapaces de defender unos ataques intolerables desde la seguridad jurídica propia de un estado moderno.

Y náusea, y una profunda tristeza, porque las causas de teórica corrupción se eternicen en nuestro país, mientras sufre la presunción de inocencia, se filtren impunemente todo tipo de diligencias sumariales con la indiferencia de jueces y fiscales, mientras se ensañan las nuevas fieras de las redes sociales y se regocijan muchos acólitos de un periodismo prostituido y tendencioso.

La familia de Rita Barbera rogó que políticos e instituciones se ausentaran de su funeral. La ciudadanía responsable de este país malherido pediría que este tipo de políticos, periodistas, jueces y fiscales dejaran de provocarle la náusea y, por higiene democrática, desaparecieran del mapa.



Coda.- "La dignidad es lo que me queda y la voy a defender por encima de cualquier conveniencia. Me queda solo eso. Defenderla ante quien sea" (Rita Barbera, marzo de 2016). NO LA DEJARON.


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