Artículo de Antonio Robles
<<Catalunya, “un sol
poble”>>, la última gansada de los nuevos profetas de la vieja
política cainita española. Me refiero a Pablo Iglesias y Xavier Domènech en su
artículo del Periódico de ayer domingo.
La sensación al leer ese
galimatías de conceptos jurídicos, políticos, filosóficos, valores, emociones,
y disparates, todos revueltos en un mondongo con ínfulas proféticas y
pseudorevolucionarias, le dejan a uno, como le han dejado a la catedrática de
Derecho constitucional, Teresa Freixes, con la
sensación de que juntar palabras no es lo mismo que elaborar argumentos con
sentido.
Rebatirlo implica
triplicarlo, porque enfrentarse a sintaxis mágicas es tarea ardua si quieres
contrastar la superstición con la verificación empírica. Dejemos la tarea por
dar unas pinceladas premonitoras para no dejar pasar la gansada.
En la Atenas clásica de
los sofistas, el relativismo hizo posible la democracia y a la vez la destruyó.
La destruyó cuando las palabras dejaron de ejercer su función de definir al ser
para pasar a decir cualquier cosa. Nuestros nuevos maestros de la erística
convierten las palabras en putas de sus deseos. ¿Qué es eso de “el Pueblo”?
¿Hay algo más dogmático, reduccionista e identitario que el pueblo? Por mucho
que de forma pedante recurráis al término griego de Demos. ¿No hemos quedado
que el pluralismo es esencial para la autonomía personal? Habláis de lograr <<el viejo anhelo de futuro
del catalanismo popular de ser un “sol poble”>>
¿Por qué para Cataluña es un valor
“ser un solo pueblo” y no para España? ¿A dónde conduce convertir la soberanía
de un Estado democrático en mera ideología a subasta en cada mitin populista?
¿Qué es la soberanía popular? ¿Podría haber también una soberanía de derechas?
¿de ultraderecha o de ultraizquierda, de centro o de mujeres? Si nada permanece
a través de los cambios, ¿el ser de la soberanía de un Estado se puede, o se
debe, poner en cuestión en cada cita electoral? ¿No están confundiendo la legítima
confrontación de ideas, intereses e ideologías diversas que posibilita el
Estado Social y Democrático de Derecho con los fundamentos democráticos que la
posibilitan?
¿Por qué un partido de izquierdas defiende “el derecho a decidir” de una
casta nacionalista, de un territorio con una renta per cápita mayor que la
mayoría del resto de españoles, en lugar de resaltar y rechazar ese “derecho a
decidir” como “el derecho a excluir” a los territorios menos favorecidos y a las
personas con menos rentas per cápita? ¿Se puede decidir todo o sólo lo que
convenga en cada caso? ¿Lo pueden hacer a discreción todos los que se sientan
con fuerza para imponerlo a los demás? Saben estos dos defensores de los
débiles que la ley en los actuales Estados de Derechos son la única garantía de
sus derechos frente a los poderosos? “El derecho a
excluir” no es que sea ilegal, es que es antidemocrático e ilegítimo, máxime
cuando la exclusión se pretende realizar por criterios étnicos o económicos
(excluyo a los conciudadanos que no hablen mi lengua o a los que son más
pobres). ¿Ese es el “poble” que ayudaréis al nacionalismo a imponer?
El “derecho a
decidir” no es aplicable a Cataluña, como no es aplicable para cuestionar el
derecho de las mujeres a votar. No todo se puede votar, y menos lo que es
interesado de parte en un pacto previo de todos. Cualquier derecho está
limitado por los derechos ajenos (la libertad de expresión por el derecho al
honor o la intimidad). “El
derecho a excluir” es ilegítimo porque atenta contra el derecho de
participación y de ciudadanía de los otros conciudadanos. Va contra la
soberanía de todos. La Constitución francesa de 1791 prescribía que “La Soberanía
es una, indivisible, inalienable e imprescriptible. Pertenece a la Nación;
ninguna sección del pueblo ni ningún individuo puede atribuirse su ejercicio”. No se puede privatizar una parte de la soberanía
sin el concurso de todos los ciudadanos.
¿Qué tiene que ver la corrupción con la soberanía? Los
corruptos son delincuentes. Y como tal los trata nuestro sistema jurídico. Para
eso está, y para garantizar que el poder no se extralimite. Si hay fallos, se
denuncian y se rectifican. Porque el partido contrario a vuestra ideología esté
infectado de corruptos ¿debéis acabar con la propiedad soberana de la nación
española? En matemáticas multiplicar centímetros con metros no es un disparate,
simplemente es incorrecto. Pero en política parece que cuela todo.
Confundir que en los últimos años han cambiado muchas
cosas en España con consentir al nacionalismo catalán que chantajee e imponga
privilegios sobre el resto de catalanes que no son nacionalistas, y sobre el resto
de españoles por no ser catalanes es de una estupidez tan soez e infantil que
el mero hecho de imaginaros gobernando “este país”, como llamáis a España, nos
pone el pelo de punta a muchas personas de izquierdas.
Porque ahí reside la mayor contradicción, toda vuestra
letanía es una inagotable argumentación para legitimar a los territorios ricos
en detrimento de los pobres, para blanquear a las castas territoriales nacionalistas
y desentenderos del resto de ciudadanos que no les bailan el agua. Conscientes
o inconscientemente, con intención o sin ella. Como vulgares caciques
ideológicos repartís doctrina retrógrada en nombre de la izquierda, pero
vuestra praxis sólo beneficia a los políticos, poderosos y caciques que
controlan hoy el poder en las comunidades autónomas nacionalistas. Modernizaos,
¿qué es un cacique hoy, en pleno S.XXI en la España de las autonomías?: Quienes
han vivido y viven desde que tienen uso de razón del erario público con sueldos
fabulosos y poder para perpetuarse y perpetuar en el poder a sus familias ideológicas.
El cacique andaluz del XIX vivía como un dandi, tenía influencia y nadie le
tosía. ¿Quién le tose hoy al Sindic de Greuges en Cataluña, Rafael Ribó? Desde
que salió de su cuna burguesa vive del negocio nacional y excluye desde la
institución que se instauró para ello, a los hispanoblantes de sus derechos. ¿Quién
es Josep Maria Álvarez, (Pepe para los amiguetes), flamante secretario general
de UGT e independentista de conveniencia con más legislaturas seguidas en el
poder que Matusalén? ¿De que han vivido toda su vida, los Pascual Maragall, los
Miquel Iceta, las Pilar Rahola, los Fèlix Millet, las Monicas Tarriba, los Lluís Llach, los Pujol, los Bárcenas
múltiples del PP que han cohabitado con esa corrupción durante estos últimos
treinta años?
Si hay una estructura institucional que ha servido de
incubadora y parapeto a todos estos caciques es el Estado de las Autonomías. Ni
este sistema, ni el federal, ni el confederal, serán nunca un instrumento de
igualdad y libertad si no se les supone lealtad al Estado. Y hasta ahora han
demostrado una evidencia irrebatible: Ni la han tenido, ni la tendrán. Y
vosotros venís ahora de monaguillos a legitimar la cacicada.
Más te valdría Pablo que te libraras un poco de dogmas
ideológicos y te atrevieras a pensar, te atrevieras a escuchar a la Cataluña
que ha sido aplastada por los nacionalistas estos últimos 40 años. A ver si
tienes arrestos para seguir la misiva ilustrada de Kant. A Xavier ya no le digo
nada, él forma parte de esta atmósfera. ¿Quién puede renunciar al olor de magdalenas
de Marcel Proust? Ahí reside el mal del nacionalismo, pero ninguno de estos
viejos políticos quieren plantearse las causas de esta ficción.
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