miércoles, 19 de julio de 2017

Catalunya, “un solo pueblo”


Artículo de Antonio Robles 

<<Catalunya, “un sol poble”>>, la última gansada de los nuevos profetas de la vieja política cainita española. Me refiero a Pablo Iglesias y Xavier Domènech en su artículo del Periódico de ayer domingo.

La sensación al leer ese galimatías de conceptos jurídicos, políticos, filosóficos, valores, emociones, y disparates, todos revueltos en un mondongo con ínfulas proféticas y pseudorevolucionarias, le dejan a uno, como le han dejado a la catedrática de Derecho constitucional, Teresa Freixes, con la sensación de que juntar palabras no es lo mismo que elaborar argumentos con sentido.

Rebatirlo implica triplicarlo, porque enfrentarse a sintaxis mágicas es tarea ardua si quieres contrastar la superstición con la verificación empírica. Dejemos la tarea por dar unas pinceladas premonitoras para no dejar pasar la gansada.

En la Atenas clásica de los sofistas, el relativismo hizo posible la democracia y a la vez la destruyó. La destruyó cuando las palabras dejaron de ejercer su función de definir al ser para pasar a decir cualquier cosa. Nuestros nuevos maestros de la erística convierten las palabras en putas de sus deseos. ¿Qué es eso de “el Pueblo”? ¿Hay algo más dogmático, reduccionista e identitario que el pueblo? Por mucho que de forma pedante recurráis al término griego de Demos. ¿No hemos quedado que el pluralismo es esencial para la autonomía personal? Habláis de lograr <<el viejo anhelo de futuro del catalanismo popular de ser un “sol poble”>> ¿Por qué para Cataluña es un valor “ser un solo pueblo” y no para España? ¿A dónde conduce convertir la soberanía de un Estado democrático en mera ideología a subasta en cada mitin populista? ¿Qué es la soberanía popular? ¿Podría haber también una soberanía de derechas? ¿de ultraderecha o de ultraizquierda, de centro o de mujeres? Si nada permanece a través de los cambios, ¿el ser de la soberanía de un Estado se puede, o se debe, poner en cuestión en cada cita electoral? ¿No están confundiendo la legítima confrontación de ideas, intereses e ideologías diversas que posibilita el Estado Social y Democrático de Derecho con los fundamentos democráticos que la posibilitan?

¿Por qué un partido de izquierdas defiende “el derecho a decidir” de una casta nacionalista, de un territorio con una renta per cápita mayor que la mayoría del resto de españoles, en lugar de resaltar y rechazar ese “derecho a decidir” como “el derecho a excluir” a los territorios menos favorecidos y a las personas con menos rentas per cápita? ¿Se puede decidir todo o sólo lo que convenga en cada caso? ¿Lo pueden hacer a discreción todos los que se sientan con fuerza para imponerlo a los demás? Saben estos dos defensores de los débiles que la ley en los actuales Estados de Derechos son la única garantía de sus derechos frente a los poderosos? “El derecho a excluir” no es que sea ilegal, es que es antidemocrático e ilegítimo, máxime cuando la exclusión se pretende realizar por criterios étnicos o económicos (excluyo a los conciudadanos que no hablen mi lengua o a los que son más pobres). ¿Ese es el “poble” que ayudaréis al nacionalismo a imponer?

El “derecho a decidir” no es aplicable a Cataluña, como no es aplicable para cuestionar el derecho de las mujeres a votar. No todo se puede votar, y menos lo que es interesado de parte en un pacto previo de todos. Cualquier derecho está limitado por los derechos ajenos (la libertad de expresión por el derecho al honor o la intimidad). “El derecho a excluir” es ilegítimo porque atenta contra el derecho de participación y de ciudadanía de los otros conciudadanos. Va contra la soberanía de todos. La Constitución francesa de 1791 prescribía que “La Soberanía es una, indivisible, inalienable e imprescriptible. Pertenece a la Nación; ninguna sección del pueblo ni ningún individuo puede atribuirse su ejercicio”. No se puede privatizar una parte de la soberanía sin el concurso de todos los ciudadanos.

¿Qué tiene que ver la corrupción con la soberanía? Los corruptos son delincuentes. Y como tal los trata nuestro sistema jurídico. Para eso está, y para garantizar que el poder no se extralimite. Si hay fallos, se denuncian y se rectifican. Porque el partido contrario a vuestra ideología esté infectado de corruptos ¿debéis acabar con la propiedad soberana de la nación española? En matemáticas multiplicar centímetros con metros no es un disparate, simplemente es incorrecto. Pero en política parece que cuela todo.

Confundir que en los últimos años han cambiado muchas cosas en España con consentir al nacionalismo catalán que chantajee e imponga privilegios sobre el resto de catalanes que no son nacionalistas, y sobre el resto de españoles por no ser catalanes es de una estupidez tan soez e infantil que el mero hecho de imaginaros gobernando “este país”, como llamáis a España, nos pone el pelo de punta a muchas personas de izquierdas.

Porque ahí reside la mayor contradicción, toda vuestra letanía es una inagotable argumentación para legitimar a los territorios ricos en detrimento de los pobres, para blanquear a las castas territoriales nacionalistas y desentenderos del resto de ciudadanos que no les bailan el agua. Conscientes o inconscientemente, con intención o sin ella. Como vulgares caciques ideológicos repartís doctrina retrógrada en nombre de la izquierda, pero vuestra praxis sólo beneficia a los políticos, poderosos y caciques que controlan hoy el poder en las comunidades autónomas nacionalistas. Modernizaos, ¿qué es un cacique hoy, en pleno S.XXI en la España de las autonomías?: Quienes han vivido y viven desde que tienen uso de razón del erario público con sueldos fabulosos y poder para perpetuarse y perpetuar en el poder a sus familias ideológicas. El cacique andaluz del XIX vivía como un dandi, tenía influencia y nadie le tosía. ¿Quién le tose hoy al Sindic de Greuges en Cataluña, Rafael Ribó? Desde que salió de su cuna burguesa vive del negocio nacional y excluye desde la institución que se instauró para ello, a los hispanoblantes de sus derechos. ¿Quién es Josep Maria Álvarez, (Pepe para los amiguetes), flamante secretario general de UGT e independentista de conveniencia con más legislaturas seguidas en el poder que Matusalén? ¿De que han vivido toda su vida, los Pascual Maragall, los Miquel Iceta, las Pilar Rahola, los Fèlix Millet, las Monicas Tarriba, los Lluís Llach, los Pujol, los Bárcenas múltiples del PP que han cohabitado con esa corrupción durante estos últimos treinta años?

Si hay una estructura institucional que ha servido de incubadora y parapeto a todos estos caciques es el Estado de las Autonomías. Ni este sistema, ni el federal, ni el confederal, serán nunca un instrumento de igualdad y libertad si no se les supone lealtad al Estado. Y hasta ahora han demostrado una evidencia irrebatible: Ni la han tenido, ni la tendrán. Y vosotros venís ahora de monaguillos a legitimar la cacicada.


Más te valdría Pablo que te libraras un poco de dogmas ideológicos y te atrevieras a pensar, te atrevieras a escuchar a la Cataluña que ha sido aplastada por los nacionalistas estos últimos 40 años. A ver si tienes arrestos para seguir la misiva ilustrada de Kant. A Xavier ya no le digo nada, él forma parte de esta atmósfera. ¿Quién puede renunciar al olor de magdalenas de Marcel Proust? Ahí reside el mal del nacionalismo, pero ninguno de estos viejos políticos quieren plantearse las causas de esta ficción.

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