Artículo de Antonio Barreda
Zapatero decidió castigar a los empleados públicos en
2010, cuando anunció en el Congreso de los Diputados que rebajaba en un 5 % la
nómina
Montoro continuó con la poda de derechos y salarios de
los empleados públicos. Más congelaciones e
incluso la supresión de la paga extra de la navidad de 2012
El 2 de junio de 2016 el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el
acuerdo suscrito el 2 de junio por la Mesa General de Negociación que suponía
la recuperación progresiva de los derechos suspendidos en 2012
El gobierno nacional sabía
de este decreto de las 35 horas desde octubre de 2016 y silenció el posible
recurso en el Tribunal Constitucional
Moreno Bonilla
ha intentado que no le salpique esta polémica con la Junta, pero finalmente ha
salido tocado por ella
Parece que no va a acabar nunca la aversión que tiene el
gobierno de Mariano Rajoy con los funcionarios y empleados públicos y de lo que
Montoro – que es funcionario - es su brazo ejecutor. Los empleados públicos son
los primeros a los que se les ha hecho pagar el precio de la salida de la
crisis. Pero no solo lo ha gestionado este gobierno. Desde la época de Solchaga
o Miguel Boyer el gobierno de turno siempre ha atacado con saña los derechos
laborales de los empleados públicos en su conjunto. Y lo ha hecho para ponerlos
de ejemplo a toda la sociedad, para que la confederación de empresarios tuviera
las tijeras bien afiladas cuando se sentaba a rebajar las condiciones laborales
del conjunto de los trabajadores en España.
Zapatero decidió castigar a los
empleados públicos en 2010, cuando anunció en el Congreso de los Diputados que
rebajaba en un 5 % la nómina de todos los empleados públicos y congelarlas en
2011. Se convertía en el primer
presidente que rebajaba los sueldos de los empleados públicos. Todo un
aldabonazo de aviso a todos los trabajadores de la privada. Hasta la fecha tan
solo se habían congelado los salarios de los empleados públicos en dos
ocasiones, en 1994 con Felipe González de presidente y la segunda en 1997 con
el primer mandato de Aznar.
A esto se sumaba la suspensión para 2011 de la
revalorización de las pensiones, excluyendo las no contributivas y las mínimas,
la eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial de la Ley
40/2007 y la eliminación del cheque bebé, la prestación por nacimiento de 2.500
euros a partir del 1 de enero de 2015. Se inauguraba toda una poda en derechos y en salarios de los empleados
públicos y, subsidiariamente, de los pensionistas en España.
Montoro continuó con la poda de
derechos y salarios de los empleados públicos. Más congelaciones e incluso la
supresión de la paga extra de la navidad de 2012, aunque esta última la ha ido
devolviendo, poda de moscosos, etc. Esto lo aprovechó la Junta de Andalucía para
realizar todo un conjunto de recortes a los empleados públicos andaluces, recortes
que se ampliaron en Andalucía a la eliminación de toda la acción social en su
conjunto, eliminación de premios de jubilación por Convenio Colectivo del
personal laboral de la Junta, y el hecho de que aún no hayan devuelto la última
parte que queda por pagar de la paga extra suprimida en 2012.
La
recuperación de los derechos perdidos
Sin embargo, la Junta avanzó antes que el gobierno de
Rajoy para recuperar derechos de los empleados públicos. Así, el 2 de junio de
2016 el
Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el acuerdo suscrito el 2 de
junio por la Mesa General de Negociación Común del Personal Funcionario,
Estatutario y Laboral de la Administración de la Junta, que suponía la
recuperación progresiva de los derechos suspendidos en 2012 como consecuencia
de la aplicación en Andalucía de las normativas estatales de reequilibrio
económico-financiero.
Entre los derechos que se reponían en
este acuerdo destacan la jornada laboral de 35 horas semanales, que volvió a
implantarse a partir de 2017, y la devolución de la paga extra completa del mes
de diciembre de 2012. Respecto a la jornada, la medida tendrá en cuenta las
características especiales del sector sanitario, donde se aplicará en función
de los turnos de trabajo diario, mientras que en el ámbito docente se
implantará progresivamente a partir del curso 2017-2018 por razones de organización
y planificación del calendario escolar. Por su parte, el abono de las
cantidades pendientes se realizaría con el siguiente reparto equivalente: 48
días en la nómina de septiembre de este año, 46 en febrero de 2017 y 45 en
febrero de 2018.
En relación con los días adicionales de
vacaciones en función del tiempo de servicio prestado, el acuerdo recoge que a
partir de los 15 años de antigüedad serán 23 hábiles anuales que se
incrementarán en uno más a los 20, 25 y 30 años. En 2016, el personal con derecho
a estos días puede ya disfrutar de dos días adicionales como máximo, que en
2017 se ampliarán a cuatro (el máximo posible).
Asimismo, se establecía la restitución
progresiva del 10% que se suprimió de los conceptos retributivos variables por
consecución de objetivos, incentivos al rendimiento, complementos de
productividad, atención continuada y carrera profesional, entre otros. Esta
medida se llevará a cabo en dos tramos, a razón de un 5% en el ejercicio de
2018 y otro 5% en 2019, aunque habrá que esperar a este año de 2019 para
recuperar las ayudas de acción social.
Tampoco se debe olvidar la normalización
de devolución de los recortes. Los
empleados públicos de la Junta perciben desde junio de 2015 la totalidad de sus
pagas extraordinarias y desde el 1 de enero de este año sus retribuciones han
crecido un 1%, el máximo permitido por la legislación estatal, al igual que
pasa ya en 2017 que van a pagar el 1% de subida con atrasos desde enero.
También desde enero de 2016 todo el personal con relación no permanente ha
recuperado el 100% de la jornada de trabajo y las remuneraciones. Además, la administración
autonómica ha devuelto ya los días adicionales de permiso por asuntos
particulares en función de la antigüedad.
También se han dado pasos, aunque lentos
en el Estado. En la Mesa General de Negociación de finales de marzo el
ministerio de Hacienda y Administración Pública con los sindicatos firmaron la
conversión de 250.000
interinos en fijos en tres años. Así, la oferta de empleo público ascenderá
a 67.000 plazas, de las que 19.000 serán del Estado, 28.144 plazas, aproximadamente se convocarán en
las comunidades autónomas y en torno a 20.000 plazas en las entidades locales. Pero convocatorias
derivadas por presiones de la sentencia del Tribunal Europeo sobre los
interinos en España.
La polémica sobre la
jornada de las 35 horas
El
BOJA del día 19 de octubre de 2016 publicaba el Decreto-ley 5/2016, de 11 de
octubre, por el que se regula la jornada de trabajo del personal empleado público
de la Junta de Andalucía, donde se establecía, con carácter general, la vuelta
a la jornada laboral de las 35 horas. El mismo incluía 5 puntos.
1. A
partir del 16 de enero de 2017 el personal a que se refieren las letras a), b)
y c) del artículo 3 de la Ley 3/2012, de 21 de septiembre, de Medidas Fiscales,
Administrativas, Laborales y en materia de Hacienda Pública para el
reequilibrio económico-financiero de la Junta de Andalucía, recupera la jornada
ordinaria de trabajo de treinta y cinco horas semanales de promedio en cómputo
anual, cuando así lo tuviese reconocido con anterioridad en su regulación
específica.
Los
procesos de adaptación que deban llevarse a cabo para la efectiva implantación
de esta jornada en la Administración de la Junta de Andalucía, sus entidades
instrumentales y consorcios, serán objeto de la correspondiente negociación
colectiva en su ámbito respectivo.
Todo
ello sin perjuicio de las demás modalidades de jornada normativa o
convencionalmente establecidas, que se adaptarán a esta jornada ordinaria en lo
que fuere necesario.
2. El
horario en el que se realizará la jornada ordinaria del personal estatutario y
laboral de las instituciones sanitarias se aplicará en función de los turnos de
trabajo diario que, con la necesaria flexibilidad, se establezcan a través de
pactos con los representantes de las personas trabajadoras y que se adaptarán a
esta jornada ordinaria.
3. En el
ámbito del personal docente que imparte las enseñanzas reguladas en la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, debido a la necesaria
planificación y adaptación al calendario escolar, la implantación de la jornada
de trabajo de treinta y cinco horas semanales de promedio en cómputo anual y la
jornada lectiva de 18 horas, serán coincidentes con el inicio del curso escolar
2017-2018.
En este
sentido, el restablecimiento de las 18 horas de la parte lectiva de la jornada
semanal del personal docente, a excepción del que imparte las enseñanzas de
educación infantil y primaria y el de los Centros Específicos de Educación
Especial, se llevará a cabo reduciendo una hora lectiva en el curso escolar
2017-2018 y otra hora en el curso escolar 2018-2019.
4. El
personal que ocupa puestos de trabajo que tengan establecida la dedicación
exclusiva deberá realizar, además de la jornada general de trabajo, el número
de horas anuales que dicha dedicación suponga.
5. Se
podrán establecer jornadas especiales a través de pactos con los representantes
de las personas trabajadoras.
La postura de Rajoy
El gobierno nacional sabía de este decreto desde octubre
de 2016 y silenció el posible recurso en el Tribunal Constitucional. Nada pasa
al azar, y si nos fijamos las fechas son importantes. Coinciden con la
defenestración política de Pedro Sánchez el 2 de octubre de 2016 en un
tumultuoso Comité Director por el veto al gobierno de Rajoy o la abstención. El
día 30 de ese mismo mes, el gobierno de Rajoy superaba la investidura gracias a
las 68 abstenciones de los diputados del PSOE en el Parlamento y establecía
puentes de diálogo con el PSOE de cara a la estabilidad del gobierno nacional y
la aprobación de los presupuestos.
Luego han venido las primarias en el PSOE donde le han
dado una hostia, como ella definió, a Susana Díaz, el triunfo de Pedro Sánchez en
las primarias el pasado mayo ofrecían un cambio de status quo al gobierno de
Rajoy. El “no es no” volvía ahora con fuerza, como paralelamente se producía
una moción de censura de PODEMOS que fracasó estrepitosamente por carecer de
apoyos.
La llegada de Pedro Sánchez a la Secretaría General del
PSOE ha hecho volar todos los puentes que había entre el PSOE de la gestora y
el gobierno nacional. Fruto de ese encontronazo es que el gobierno de Rajoy
daba por cerrada cualquier puerta o negociación que hubiera con el PSOE. Y
entre ellas estaba la jornada laboral de las 35 horas del gobierno de Susana
Díaz. Por ello ha esperado hasta el pasado consejo de ministros del 14 de julio
para recurrir ante el Tribunal Constitucional el decreto Decreto-ley 5/2016, de 11 de octubre, por el que se regula la
jornada de trabajo del personal empleado público de la Junta de Andalucía.
El delegado del gobierno en Andalucía sale en
defensa de Rajoy
El
mismo 14 de Julio Antonio Sanz, al que no se le conoce nómina fuera de la
política, y que es el delegado del Gobierno en Andalucía, lanzaba una nota de
prensa contra el gobierno de Susana Díaz, donde indicaba que el recurso del Gobierno contra las 35 horas
en el sector público andaluz busca “garantizar la igualdad de horarios" en
toda España y ha emplazado a la Junta a rectificar la medida "ahorrando un
nuevo episodio de confrontación”.
El delegado
ha precisado que, aunque la Junta defiende su competencia para regular la
jornada de su personal, el Gobierno estima que su decreto-ley de 2016
contraviene la disposición adicional septuagésima primera de la Ley de
Presupuestos del Estado para 2013, que estableció la jornada de personal al
servicio de las Administraciones Públicas en 37,5 horas, así como el artículo 3
del Real Decreto-ley 14/2012, de medidas urgentes de racionalización del gasto
público en el ámbito educativo.
Además, el
Gobierno considera “que un decreto-ley no es el instrumento adecuado para
regular la jornada de los empleados públicos, al existir una legislación
estatal en la materia”. También ha acordado el Ejecutivo presentar un recurso
contra el Presupuesto de Andalucía para 2017, que habilita la contratación de
personal laboral temporal y el nombramiento de personal estatutario temporal y
funcionario interino, cuando sea necesario, para reforzar la plantilla por la
aplicación de la jornada laboral ordinaria de 35 horas semanales. O sea, que no
se puede contratar personal para reforzar las plantillas, lo que en sí supone un
ataque en toda regla a las prestaciones de servicio públicos en Andalucía.
El papel del ceniciento Moreno Bonilla
Moreno
Bonilla ha intentado que no le salpique esta polémica con la Junta, pero
finalmente ha salido tocado por ella. Primero porque no define si está o no de
acuerdo con la norma de las 35 horas tanto en Andalucía como en España, y
segundo porque le imponen un recurso el gobierno de su partido que incide en la
calidad de vida y los servicios públicos que se prestan en Andalucía.
Esto es lo
mismo que el gobierno de Rajoy le hizo al PP de Andalucía de Arenas cuando le
impusieron la reforma laboral y los recortes sociales que reactivaron a los
sindicatos y perdió la posibilidad de gobernar en Andalucía frente al inocuo
Griñán. El actual delegado del gobierno no debe olvidar la espantá que dio
junto a su señor Arenas cuando llegaron a las puertas de San Telmo, para luego
deambular por su partido en busca de una nómina donde refugiarse.
Moreno
Bonilla parece que ha hecho un master en mediación y quiere ahora aparecer como
el hombre de consenso en Andalucía para indicar que ha mantenido contactos con
Montoro para que el recurso de amparo en el Constitucional no tenga efectos
inmediatos y los empleados públicos andaluces no vean peligrar su horario. “Si
se puede evitar que se evite” ha señalado totalmente circunspecto. Además,
acusaba a Susana Díaz de que esta medida se debe a una estrategia
electoralista. Cuando hay que recordarle al ceniciento Moreno Bonilla que
quedan aún dos años para cualquier cita electoral, con lo que se queda sin
argumentos.
El gobierno de Rajoy recula con la jornada
de las 35 horas
El pasado 17
de julio conocimos que el gobierno de Rajoy se había comprometido a revisar
sector a sector para
decidir en qué ámbitos de la Administración se puede reducir la jornada laboral
de los funcionarios a 35 horas. Su intención es incluir esta rebaja ya en los
Presupuestos Generales del Estado del próximo año. “Se va a revisar su posible aplicación de cara a los Presupuestos
de 2018”, explicó el secretario de Estado para las
Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, tras la reunión del
comité de seguimiento de la Conferencia de Presidentes que presidieron la
vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal
Montoro.
El propio
Montoro también le aseguró al vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia,
Administración Local y Memoria Democrática, Manuel Jiménez Barrios, que su
intención es “hacer todo lo posible por evitar la
conflictividad”, cuando el propio delegado del gobierno en
Andalucía ya acusaba en su nota de prensa del pasado 14 de julio de
conflictividad al gobierno de Susana Díaz, sacando su etapa política más oscura
de confrontación que ya ejerció cuando era portavoz del grupo parlamentario
popular en el Parlamento de Andalucía.
Bermúdez de
Castro confirmó la voluntad del Gobierno de analizar “a futuro” los distintos sectores;
el plazo que se dio es breve puesto que enmarcó la revisión en el ámbito de
tramitación del proyecto de Cuentas del Estado para 2018 que deberán remitirse
al Congreso de los Diputados a finales del mes de septiembre. “El ministro ha
planteado la posibilidad de ir viendo sectores específicos que necesiten, en
función de su particularidad, un ajuste de la jornada”, explicó el consejero
andaluz de Presidencia.
En términos
económicos, una rebaja de la jornada laboral en el conjunto del sector público
tendría un impacto de hasta 1.200 millones de euros, según las cifras que en abril ya
ofreció la secretaria de Estado de Función Pública, Elena Collado.
Sin
embargo, el anterior responsable de Administraciones Públicas, Antonio Beteta,
cifró en 2.500 millones el ahorro que obtuvieron las Comunidades Autónomas y
los Ayuntamientos cuando se implantó la medida en 2012. Fue una de las
actuaciones con las que, desde la Administración Pública, se trató de hacer
frente a la crisis y junto a su anuncio Beteta también señaló a los funcionarios
que debían olvidarse “del cafelito y de leer el periódico” y ser más
productivos.
1. Quienes más han sufrido la crisis no hemos sido los funcionarios sino los millones de trabajadores que han engrosado las filas del paro. Cualquiera de esos millones hubieran firmado una rebaja del 5% en su salario y su congelacíón antes que perder su puesto.
ResponderEliminar2. Los funcionarios tienen un sueldo desde un 30 a un 40% superior a sus equivalentes en la empresa privada. Por ejemplo, en la enseñanza privada no concertada los profesores ganan alrededor de un 30% menos que en la privada concertada y que en la pública. A mayor antigüedad la diferencia se acrecienta.
3. Es infame que los funcionarios, entre quienes me incluyo, persigan una jornada laboral de 35 horas mientras quienes les pagan el sueldo realizan jornadas de 40 o más horas semanales.
4. Si todos los funcionarios y resto de empleados públicos trabajaran con la debida y obligada dedicación, sobrarían empleos. Esa es mi percepción tras llevar más de 33 años como funcionario.
Totalmente de acuerdo contigo. Hay muchos funcionarios que creen que tienen las mismas condiciones que en la empresa privada y no les vendría mal salir de su burbuja y ver el mercado laboral real
EliminarEntre los dos no habéis dicho más que una sarta de tópicos asnales sin precedentes en la historia del odio cerval a los funcionarios de carrera por oposición libre.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarConcurso-oposición
EliminarRespondiendo a Curro:
Eliminar¿Tópicos asnales? ¿Odio cerval a los funcionarios de carrera? En primer lugar soy funcionario de carrera con más de 33 años de servicio como he asegurado. Por lo visto me odio a mí mismo. Primera asnada por tu parte.
La segunda es que no has rebatido nada de lo que he asegurado. Por ejemplo, que los profesores de la privada no concertada ganan menos que en la privada concertada y que en la pública. Sin contar que trabajan más horas y que se les exige mucho más. Por ejemplo que cualquiera en su sano juicio prefiere que le rebajen un 5% de su sueldo antes que perder el trabajo. Por ejemplo, que quienes con sus impuestos contribuyen a pagarnos el sueldo a los funcionarios trabajen más horas que nosotros.
En fin, que el asno llama a los asnos a los demás.
Respeto como el que más a los funcionarios y al personal laboral de la administración, y sin generalizar, hay algunos casos que se las traen. Perdona si te he molestado, pero como cualquier sector de la administración, también están sujetos a la crítica, porque todos conocemos casos de primera mano. Pero lo dicho, si el personal está blindado ante la crítica, blindado se queda. Pero sois vosotros mismos los que dejais que algunos de vuestros compañeros de trabajo den esa imagen, y pagáis todos por algunos. Con respecto a lo de las 35 horas me reafirmo en lo dicho. Mi mas sincero respeto,un saludo.
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