lunes, 12 de noviembre de 2018

Caso ERE, año cero


Artículo de Antonio Barreda


Como la magnífica película de Alemania, año cero de Roberto Rossellini que se rodó en el Berlín caótico después de la guerra mundial, el Caso ERE en Andalucía significa el hundimiento de un régimen que ha adoptado desde hace décadas la forma de un totalitarismo parlamentario y que ha hecho y desecho a sus anchas en el gobierno de la Junta de Andalucía creyéndose que estaban por encima de la Ley, de la propia sociedad y de todas las normas.

En Andalucía debería haber habido hace años un caso como el conocido Tangentópolis de Italia y una operación “manos limpias”, donde se sometió a la justicia a la clase política italiana y llevó al banquillo de los acusados a los máximos líderes del Partido Socialista Italiano (PSI) y de la Democracia Cristiana (DC), Bettino Craxi y Arnaldo Forlani, y cuyo balance final se saldó con 1.233 condenas y 429 absoluciones. Aquí hace muchos años que debería haberse sometido a la justicia a la clase dirigente política y no se hubieran dado los mayores casos de corrupción de toda Europa.

Resulta algo realmente extraordinario que el juicio del Caso ERE no haya salpicado la campaña electoral en Andalucía. Hay un silencio atroz que es como una lluvia fina que impregna hasta al conjunto de la ciudadanía. Los medios dan el día a día del juicio, pero la sociedad andaluza y sus representantes políticos están ausentes del debate. Y, sin embargo, asistimos en directo a la auténtica anatomía del régimen andaluz en estado puro. Los medios adictos del régimen están apagados. El periodismo de investigación hacia la Junta de Andalucía hace muchos años que está enterrado. Muchos medios dependen del maná de la publicidad institucional que apesebra y aborrega, para que aquí nadie conozca a nadie.

La acusación de la fiscalía.

La Fiscalía Anticorrupción mantiene su acusación contra 21 de los 22 ex altos cargos de la Junta procesados en la pieza política del caso ERE, entre los que destacan por encima de todos los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, para quienes que solicita penas de inhabilitación, además de seis años de cárcel para el segundo. Sólo ha retirado los cargos contra el ex secretario de Hacienda Antonio Estepa. Las defensas piden la absolución de todos los imputados.

Anticorrupción cifra el dinero supuestamente malversado – las famosas transferencias de financiación - que en un principio fijó en 741 millones de euros entre 2001 y 2010 y que el en el juicio ha rebajado a 680 millones de euros. La tesis de la fiscalía indica que la cúpula de entonces de la Junta ideó un sistema para esquivar los controles de la Intervención General y así tramitar ayudas de manera totalmente opaca a empresas afines al PSOE. Además, indica “que no hicieron nada para iniciar el procedimiento de reintegro de las ayudas a partir de los reiterados informes de la Intervención, sino que posibilitaron que año a año se siguiera reproduciendo el mecanismo de concesión y pago”.

En el escrito de acusación de la fiscalía que abrió el proceso se indicaba que “con la finalidad de dar respuesta a las situaciones de crisis económicas de empresas con centros de actividad en el territorio de la Comunidad Autónoma andaluza, el Gobierno de la Junta de Andalucía a través de los presupuestos que gestionaba la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico - anteriormente Consejería de Trabajo e Industria - articuló en la década de los 90 y ejercicio 2000 un sistema de ayudas para financiar con fondos públicos las primas derivadas de la contratación de pólizas de rentas para trabajadores de dichas empresas que, atendiendo a su edad, le aseguraran un nivel de ingresos hasta acceder a su jubilación, sistema complementario a las ayudas previas a la jubilación ordinaria en el Sistema de la Seguridad Social y las ayudas extraordinarias a trabajadores afectados por procesos de reestructuración de empresas regulados por la Orden del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de 5 de octubre de 1994 - derogada por Real Decreto 3/2014 de 10 de Enero - y de 5 de abril de 1995 - derogada por Real Decreto 908/2013 de 22 de noviembre-.

La articulación de dicho sistema de ayudas por la Consejería de Empleo se hacía mediante la tramitación de un expediente de subvención excepcional al no existir regulación específica de la materia - artículo 107 de la Ley General de la Hacienda Pública vigente a la fecha -. Como todo expediente administrativo y cumpliendo lo exigido en la normativa aplicable se integraba, entre otros documentos, por: Memoria justificativa, acreditación de la personalidad del solicitante, documento acreditativo de la situación de hecho que ampara la solicitud - en este caso resolución de la autoridad laboral del expediente de regulación de empleo- compromisos asumidos de   comunicación de variación de la situación laboral de los perceptores.”

El sistema de los ERE.

Lo más grave de todo el caso es que, mientras cientos de miles de parados andaluces iban a engrosar las listas del paro y se les dejaban abandonados a su suerte, se ideó un sistema para que hubiera “afortunados” de empresas “en crisis” que entraban en estos ERE y que se pagaban con dinero público. O sea, que la empresa se ahorraba los costes laborales que pasaba a pagar la Junta de Andalucía con dinero público. Y en medio de todo las comisiones a las aseguradoras y a los sindicatos que negociaban el ERE, y que pasaban factura por su intermediación.

Además, la fiscalía ha concluido que el entonces consejero de Hacienda, José Antonio Griñán, sabía de la “grosera vulneración” que se estaba haciendo de los fondos públicos de la Junta de Andalucía “en contra de la ley”. Y aun así permitió que hasta 680 millones de euros se repartieran sin control absoluto ni respeto por los procedimientos legales establecidos. “Nos encontramos con una conducta prolongada en el tiempo de un máximo responsable de caudales públicos”, indicó la Fiscalía.

Todo ello se hacía para atenuar las protestas y los conflictos laborales y sociales, al que se le dio el “pomposo” nombre de ayudas socio laborales, mientras que los pagos para sofocarlas acababan en sonoros escándalos como cuando una de las declaraciones judiciales del ex chofer del ex director general de empleo, afirmó que llegó a gastar hasta 25.000 euros al mes en la compra de cocaína para consumo propio y de su jefe con el dinero de las ayudas que recibieron irregularmente sus empresas.

Una causa general a Chaves y a Griñán.

Este caso se ha convertido ya en una causa general contra los gobernantes de la Junta de Andalucía, y es por esto por lo que por lo que serán recordados en los libros de historia, porque se juzga a quiénes han gobernado la Junta de Andalucía los últimos 23 años de manera absolutamente cortijera. La ausencia de comisiones de investigación parlamentaria, la burla al parlamento y a la oposición marcaron la gestión parlamentaria del PSOE en el gobierno de la Junta de Andalucía con estos dos expresidentes.

El hecho en sí de que se esté juzgando a toda la cúpula política que ha gobernado la Junta de Andalucía durante 23 años debería hacer reflexionar profundamente al conjunto de la ciudadanía andaluza. Y llama poderosamente la atención que la propia sociedad andaluza no esté siendo sacudida por un terremoto político y social que recorra las plazas, las calles y las casas y llegue a las instituciones.  Nadie se ha manifestado por el escándalo de los ERE, ni se han llenado las calles de pancartas de protesta. Porque este caso representa los límites de hasta dónde han llegado los máximos gestores de la cosa pública que ha estado en manos de unos cargos públicos que los han gestionado como si hubieran sido auténticos sátrapas persas, que se creían por encima de todo y que presuponían, además, que no tenían que rendir cuentas ante nadie de su gestión pública.

Citas en el senado sobre financiación del PSOE.

Para rematar su epitafio político en Andalucía deben comparecer los dos expresidentes en la Comisión de investigación del senado por la financiación de los partidos políticos. Manuel Chaves lo hará el 15 de noviembre, precisamente el día que arranca la campaña andaluza, mientras que José Antonio Griñan lo hará el día 22 de este mismo mes. Una comisión senatorial en la que compareció el pasado día 8 la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía.

La virreina del Sur compareció como si ella sola representara a Andalucía, en una estrategia a lo Belén Esteban. Ella iba allí en calidad de presidenta de una comunidad autónoma que tenía a los dos anteriores presidentes de la Junta en el banquillo, por supuestamente malversar 680 millones de euros de las arcas públicas en un sistema de EREs fraudulentos. Pero el PP se enredó en cuestiones estériles, olvidando hacer el trabajo que tenía que haber hecho, que era sobre la financiación del PSOE y los grandes escándalos de los últimos 28 años.

Pero Susana, ante los reproches a la familia por parte del PP, bajó a la arena del barrio, del lenguaje de Lopera y sus criaturitas. Y en esa arena sabe moverse como nadie. Explotando el lenguaje de la barra del bar. Si el PP hubiera tenido interés en explotar la tela de araña del PSOE en Andalucía hubiera realizado una tesis doctoral completa y por tomos sobre el tema hace años, ya que hay datos más que abundantes para ello. Pero se quedó en un terreno de juego en el que no se faja nada bien. Ya que ante el mínimo reproche Susana se acoge a su papel de víctima. Y representar a la madre de Bernarda Alba es el papel de su vida.

El débil papel del PP en el Sur.

Le correspondía todos estos años a llamadme Juanma Moreno Bonilla haber sido el martillo de Susana, pero este ha estado ausente del parlamento y de la calle en los que tenía el papel de jefe de la oposición. Pero la camarilla y caterva con los que los presidentes provinciales de su partido lo rodearon le hicieron a la larga inservible para el puesto de mando. Esa endeblez se circunscribe a dejar que Susana haya campado y campe a sus anchas por Andalucía. Y aspirar a que solo cuajara la denominación de “Juanma” entre el electorado era su única aspiración política, llamando a los medios para la foto del día.

Además, el arenismo político impuso el estilo Rajoy en Andalucía. El perfil bajo, bajísimo en política. Llegando a practicar el principio de Peter de que el más inepto llega a la cumbre. Aderezado con la pelea por el poder tras la espantada de Arenas en 2012 y el numerito de la sustitución que acabó dividiendo el partido en dos. Y cuando ha llegado la hora los perdedores del ayer son los ganadores de hoy. Al PP de Andalucía y a sus provincias les espera una gran noche de los cuchillos largos tras el 2-D que va a ser inolvidable.




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