lunes, 1 de abril de 2019

El nuevo gobierno andaluz. Moreno Bonilla


Artículo de Antonio Barreda



La llegada del tripartito al Parlamento de Andalucía trae claroscuros a la política andaluza, sobre todo un embarrancamiento de la Junta de Andalucía hacia la derecha que es innegable a estas alturas desde el nuevo gobierno andaluz. Ese giro inesperado viene dado sobre todo por la premisa de menos estado y más sociedad, que es una de las máximas del liberalismo. Y no se nos olvide que era el lema de estado de George Bush hijo. La política andaluza entra en fase de piloto automático primero por no esperar nadie que los números dieran un cambio de gobierno, segundo por tener que pactar todas y cada una de las leyes con VOX, que es quien tiene de verdad la llave de este gobierno, y tercero porque se va a ver que todo lo que prometieron en campaña era una gigantesca mentira.

Un dato para destacar es el nulo peso político que tiene la provincia de Sevilla en este gobierno del tripartito que será por la guerra interna arrastrada por los sorayistas (arenistas recalcitrantes) frente a los casadistas. Resulta increíble que los que ganaron el congreso nacional del PP en Madrid estén relegados hoy en Andalucía a la tercera o cuarta fila. Y hay que reseñar el ascenso de los hombres y mujeres de Javier Arenas, el gran perdedor del congreso del PP, que sale a flote como si de un eterno corcho se tratara. Sus huestes han pasado de estar totalmente defenestradas a ser consejeros de la Junta de Andalucía. Lo de Cs se merece un capítulo aparte.

Pocos conocen a Moreno Bonilla y su entorno. Como aterrizó en Andalucía siendo un completo desconocido empezó una campaña de imagen que empezaba con “el nieto del jornalero” y que terminaba con el ya icónico “llamadme Juanma”. Casado con la granadina Manuela Villena López, licenciada en Ciencias Políticas y premio nacional fin de carrera por sus notas (BOE 8 de julio de 2005), le gana por curriculum a Moreno Bonilla por goleada. Abandonó su “empleo” en el Ayuntamiento de Madrid para emigrar a Sevilla cuando su marido fue elegido “a dedo” presidente del PP andaluz en 2014.

En el BOAM (Boletín Oficial) del Ayuntamiento de Madrid de 24 de enero de 2012 fue nombrada por el PP de Madrid Gerente del Distrito de Barajas (su marido ya ocupaba un cargo en el Ministerio de Sanidad). Luego en el BOAM de 24 de septiembre de 2014 nos encontramos con el cese de Manuela Villena López como Gerente del Distrito de Barajas para bajar con su marido a Sevilla. Hoy, se puede comprobar en su propio Twitter, ocupa el puesto de “Relaciones Institucionales” de la empresa Bidafarma, empresa en la que están integradas 8 cooperativas farmacéuticas.

A Bonilla la vida de nini de partido le ha sonreído desde su más tierna juventud. De Secretario de Estado del Ministerio de Sanidad de la dimitida Ana Mato, la mayor pieza política cobrada del conocido caso Gürtel, saltó “a dedo” a la presidencia del Partido Popular de Andalucía. Pero antes había tenido una existencia plácida con nómina de cargos políticos del partido. En su currículum, de cuando ostentaba la Secretaría de Estado, se indicaba que ha sido concejal delegado de Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Málaga, Diputado del Parlamento Andaluz en la V Legislatura, y Diputado al Congreso en las VII, VIII, IX y X Legislaturas. Había sido, antes de ser Secretario de Estado, coordinador nacional de Política Autonómica Local del Partido Popular. En 2011 renunció a su acta parlamentaria para ocupar toda una Secretaría de Estado.

Pero faltan datos de su carrera política. Así, la hemeroteca de ABC nos lo aclaraba en 2014. Dice así: “Cuando Juan Manuel Moreno Bonilla asistió hace 25 años a un mitin de José María Aznar en la plaza de toros de Málaga no podría ni imaginar que iba a ser el designado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para liderar el partido en Andalucía. De aquel mitin solo salió convencido, a la edad de 19 años, de afiliarse al PP, donde ha desarrollado una carrera meteórica, en la que ha sido concejal, diputado andaluz y nacional, presidente de Nuevas Generaciones y, en esta legislatura, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad”.

“Este malagueño de 43 años, aunque nacido un 1 de mayo de 1970 en Barcelona, ha crecido políticamente muy rápido. A los 23 años era el presidente de Nuevas Generaciones de Málaga. En 1995 decidió interrumpir sus estudios para concurrir en la lista de las municipales al Ayuntamiento de Málaga, en una candidatura que encabezó Celia Villalobos. En el Ayuntamiento solo estuvo dos años, ya que dejó el cargo en 1997 para sustituir en el Parlamento andaluz a la actual alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. A los 26 años lideró Nueva Generaciones Andalucía y un año después alcanzaba la presidencia de las juventudes populares en España”.

Bonilla representa al nini del partido que empieza desde las juventudes y desde la más tierna infancia a ocupar cargos y sueldos públicos. Así se construyen las lealtades en este partido. A base de amigos y de cargos. Depender de un sueldo que te da tu señor a cambio de una lealtad personal que se te va a exigir siempre. Ese sistema lo inventó Arenas. Al que muchos llaman “tito” dentro del partido. Arenas huye de personas que tengan nómina fuera de la política. Es el gran terror a la independencia política e ideológica. Todos tienen que venir a beber y a comer al pesebre del partido. La nómina debe ser del partido. Tiren de cargos del PP y verán el grado de cumplimiento de esta regla. Todos controlados por los sueldos y los cargos. Así nadie tiene pensamiento propio ni tendrá ganas de cometer actos de felonía que nunca serían perdonados.

Pero antes de llegar a ser el primus inter pares en Andalucía la intrahistoria de su llegada a la presidencia tiene un rato para contarla. Empecemos por la imagen de Zoido y José Luis Sanz Sanz en el balcón de la Macarena con Cospedal la larga noche del Jueves Santo en Sevilla que pronosticaba en fin de arenismo en Andalucía. Se iba creando un poso donde todos los damnificados de Arenas fueron creciendo y agigantándose.

Tras las elecciones de 2012, donde el campeón de Olvera sacó aquellos legendarios 50 diputados en el Parlamento de Andalucía, tuvo lugar la famosa “espantá” de Arenas. Y también el engaño de su sucesión. Arenas le contó a Rajoy que Antonio Sanz sería Presidente del PP andaluz y Elías Bendodo Secretario General. Que ya estaban elegidos los nuevos príncipes en Andalucía con la complacencia de los presidentes provinciales. Cospedal, que no se fiaba del de Olvera, informó a Rajoy que muchos presidentes provinciales del Sur no querían eso. Que era una maniobra y un engaño. Y entonces aterrizó Zoido en paracaídas como presidente regional. Primera victoria de Cospedal.

Luego vino el “dedazo” de Santamaría en Andalucía. José Luís Sanz – por la gracia de Cospedal - que tenía medio firmado el contrato de nuevo Presidente del partido en Andalucía en sustitución de Arenas fue defenestrado desde Madrid. Los enemigos dentro del partido de Arenas, los zoidianos, fueron despojados de los cargos y los títulos por la gracia de un Rajoy que eligió a un desconocido para dirigir el PP en Andalucía, a un tal Moreno Bonilla, que lo primero que hizo es llamar a los presidentes provinciales para la obligada sumisión al aparato. Yo soy el elegido y el ungido por el óleo de Madrid, les dijo a todos en tono solemne. Arenas ganaba y Cospedal fue la gran derrotada. Pero guardó la memoria de los hechos y apuntó todos los nombres, al estilo de la vieja libreta de Pepe Caballos para vengarse en el último congreso nacional de todos ellos. Vidas paralelas que escribiría Plutarco.

Bonilla no tuvo margen de maniobra. Arenas le fue imponiendo parte de su equipo poco a poco, lentamente, como se hacían los caldos en el antiguo régimen. La areno-dependencia de Bonilla empezaba a ser preocupante. Y pagó su bisoñez en las urnas. De 50 a 33 diputados. ¡17 menos de una sola tacada! Los andaluces no querían que gobernara y muchos de sus propios votantes le daban la espalda. Y en aquel entonces no se fue ya a su casa, que es lo que hubiera hecho un político de raza. Muchas nóminas dependían del aparato y de las lealtades, ya que siguió con el sistema Arenas y se rodeó de ninis, inservibles para la política como él, para construir una alternativa a Susana Díaz.

Luego vino el misterio del currículum de Moreno Bonilla, que le supuso más de un dolor de cabeza, ya que incluía titulaciones que no existían, a la luz de las diferentes biografías que ha ido presentando en la Cámara Baja en las distintas legislaturas en las que ha ostentado el cargo de diputado, por las circunscripciones de Cantabria (2000-2004) y de Málaga (2004-2008 y 2008-2011). Un misterio del que aun no se han dado todas las explicaciones pertinentes. Hay lagunas que los ciudadanos tenemos derecho a saber.

El diario El País nos lo aclaraba de la siguiente forma: en 2004 pasó de licenciado a tener estudios en la misma materia y en 2008 figuró como máster en ADE y un Programa para el Liderazgo. Fuentes del candidato atribuyeron tanta biografía de ida y vuelta a un “error” y a que no se actualizó convenientemente la información. Después de tantas variaciones en su información académica, que desató una intensa polémica en las redes sociales, el currículo definitivo sin adornos de Moreno Bonilla queda como sigue: es grado (licenciado) en Protocolo y Organización de Eventos por la Universidad Camilo José Cela, que obtuvo en julio de 2012. Es máster en Dirección y Administración de Empresa por EADE. Así se llama el curso, aunque no es un título oficial universitario.

El diario ABC abundaba aún más indicando que “en el currículum consta que Moreno es grado, el equivalente de una antigua licenciatura, en Protocolo y Organización de Eventos por la Universidad Camilo José Cela, y Titulado Superior Universitario en Protocolo y Relaciones Institucionales por la misma Universidad. Este último título es propio de la Universidad. Fuentes de la Camilo José Cela confirmaron que, efectivamente, el grado en Protocolo que se imparte en esta Universidad es una titulación oficial y que está homologada desde hace dos años con el Plan Bolonia. La segunda titulación del currículum del popular hace referencia a una titulación propia de la Camilo José Cela. Desde la Universidad confirmaron que Moreno ha cursado el grado de Protocolo, esto es, la carrera de cuatro años, y que la concluyó en el curso 2011-2012”.

Luego, para justificarse llegó a decir que trabajó “en tiempos mozos” en una pizzería, en un bar y como comercial unos meses. En una entrevista de la Cadena Ser reconoció que entró “desde muy joven en la gestión pública”. “De eso no me avergüenzo para nada porque siempre he tenido vocación por la política”. O sea, que de nóminas mileuristas desde joven nanai. Que de no saber lo que es llegar a final de mes, nanai tampoco. Que de no saber lo que es un o una jefe/a de la privada o de la pública pues nanai de nanai también. Siempre con un contrato que le viene por el partido, de diputado, senador, concejal o de alto cargo.

Con Moreno Bonilla en la presidencia del PP de Andalucía su partido empieza la práctica del “buenismo” en la política regional, e inaugura una nueva forma de política en Andalucía: el arte del no hacer nada. Y eso lo ha practicado desde las elecciones autonómicas del año 2012 y lo practica ahora como presidente de la Junta de Andalucía. El perfil bajo, bajísimo se ha convertido en su seña de identidad. Así no hay gestión que criticar ni que trabajar. El Parlamento fue una siesta que duró casi cuatro años en la oposición. Mucho coche, mucho viaje, mucha foto y poco más.

El día 2 de diciembre de 2018 fue el día de la lotería de navidad para la oposición en Andalucía. Nadie esperaba el crecimiento de Cs de esa manera, ni la llegada de VOX. Por eso pasó desapercibido el hundimiento del PP en Andalucía, uno de los peores resultados de toda su historia. De los 50 de Arenas a los 33 de la primera vez de Bonilla, y ahora baja hasta los 26, por debajo incluso de cómo dejó el partido Gabino Puche, al que acaban de defenestrar, por cierto. Bonilla perdió el congreso nacional del PP, perdió luego las elecciones a la Junta de Andalucía, y como premio preside la misma. Un misterio comparable a los de la Virgen de Lourdes.

Ahora se ha convertido en un presidente llorón y quejumbroso que explota la herencia recibida en vez de afrontar los problemas de los andaluces. El no hacer nada, el no tocar nada lo lleva a rajatabla en las consejerías. Si funcionaba con el PSOE ya que ganaba todas las elecciones autonómicas ¿para qué tocarlo? Convirtiéndose así en el heredero del régimen andaluz, en el Príncipe de las Mareas de Málaga, que era, desde el primer momento, a lo que aspiraba.




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