martes, 9 de abril de 2019

El PP se olvida del caso de corrupción que denunció en el Parlamento


Artículo de Luis Escribano


Hace unos días publicaba el periodista Chema Rodríguez en el diario El Mundo una noticia relacionada con la Sanidad andaluza que se titulaba “La Junta investiga el contrato de la clínica que compró la sede al PSOE y disparó su facturación al SAS hasta los 12 millones”. En la noticia se decía que el concierto que tenía el SAS con dicha clínica privada  “va a ser objeto de revisión. Lo anunció ayer el consejero de Salud, el popular Jesús Aguirre después de que EL MUNDO desvelase cómo se había disparado el negocio de esa compañía sanitaria con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a partir de la fecha en la que adquirió la antigua sede del PSOE andaluz en esa provincia.”

Y me parece muy razonable que se investigue, pero no sólo ese contrato, porque han existido más casos con irregularidades. Por ejemplo, no se puede entender que el nuevo Gobierno no investigue a fondo todos los contratos que se suscribieron tanto por el SAS como por los entes dependientes de la Consejería de Salud y del SAS (EASP, FIBAO, etc.) con la empresa Eurocontrol, S.A., y muy especialmente los contratos negociados sin publicidad. Desde el año 2007 dicha empresa ha ingresado más de 4 millones de euros de contratos con el SAS y los entes dependientes.

Debo recordar que el PP fue muy incisivo con ese tema hace unos años, que incluso llevó al Parlamento de Andalucía en varias ocasiones. Así, en el Diario de Sesiones de 24-09-2015, en la página 59, tienen disponible una de esas duras intervenciones, en las que incluso el PP habló de posible tráfico de influencias y simulación de contratos (iniciativa 10-15/POP-000110. Pregunta oral relativa a los contratos formalizados por el SAS con Eurocontrol, S.A., por procedimiento negociado sin publicidad).

Además, hubo otras iniciativas del PP (más de seis) solicitando documentación e información en el Parlamento sobre dichos contratos (expedientes 10-15/SID-000230 a 10-15/SID-000235), sin que se conozca qué ha hecho con toda la información recibida. ¿Se trataba de aparentar que se hacía algo y de justificar su presencia en el Parlamento, o de algo más?

Pero no fue sólo el PP, pues también Podemos llevó el tema al Parlamento en 2017 (iniciativa 10-17/APC-000106, Comparecencia del consejero de Salud, a fin de informar sobre la relación entre la Consejería de Salud y las siguientes entidades: AGACS, OMARS, FIBAO y Eurocontrol; Diario de Sesiones de 9-02-2017). Se supone que IU-CA no presentó ninguna iniciativa porque lo hizo su socio, Podemos.

Sobre la actuación de Ciudadanos respecto a este asunto nada hay que destacar, salvo su sumisión al partido que apoyó en la anterior Legislatura, el PSOE de Susana Díaz, tal para cual. Y en esta Legislatura parecen seguir en la misma senda de no meterse en el barro de la lucha contra la corrupción, como ya ha demostrado la Consejera de Empleo, Rocío Blanco (véase mi artículo de 26 de marzo en este diario).

PP y Podemos pusieron en entredicho dichos contratos por la vinculación familiar existente entre el que fue Director Gerente del SAS, José Luis Gutiérrez, y su hermano Javier Gutiérrez, que trabajaba en la empresa Eurocontrol, tal como publicó el periodista Antonio R. Vega en el diario ABC en varias ocasiones. Además, se hacía hincapié en los contratos negociados sin publicidad, en los que se invitaba a las mismas empresas: a Eurocivil, SA, que estaba vinculada a Eurocontrol, y a una persona física, las cuales declinaban presentar ofertas o aparentaban su participación.

Lo que ya no sorprende a nadie de este asunto es que la única entidad que ha investigado dichos contratos y ha interpuesto una querella criminal contra cargos del SAS y de la empresa en los Juzgados ha sido la Asociación “Justicia por la Sanidad”, que preside el médico Jesús Candel, querella que se encuentra pendiente de admisión desde hace más de cuatro meses por el Juzgado de Instrucción núm. 9 de Granada.

Que una asociación de ciudadanos tenga que hacer el trabajo que corresponde a sus representantes políticos dice mucho de la supuesta calidad de nuestra democracia, y del infame papel que juegan los partidos políticos, más preocupados en ganar votos y ocupar sillones que en trabajar para los ciudadanos.

Sin embargo, ahora está el PP dirigiendo la cartera de Salud, por lo que Jesús Aguirre (Consejero de Salud) y Miguel Moreno (Gerente del SAS) no tienen ningún obstáculo para investigar a fondo lo ocurrido con los contratos con Eurocontrol y actuar consecuentemente, contando con el apoyo de Ciudadanos, Vox y Adelante Andalucía en su contumaz lucha contra la corrupción (entiéndase la ironía). ¿O acaso, como le ocurre a Ciudadanos, el PP ha llegado al Gobierno andaluz para vender “cuatro medidas” aparentes, y para el resto “donde dije digo, digo Diego”?

Es más, dado que la querella está en el Juzgado número 9 de Granada, ¿por qué no se personan todos los partidos políticos que incluyen entre sus medidas luchar contra la corrupción? ¿Por qué no se gastan el dinero de las subvenciones obtenidas en las últimas elecciones andaluzas para luchar decididamente contra la corrupción? ¿O acaso vienen una vez más a confirmar el dicho popular “entre bomberos no se pisan la manguera”, que en esta partidocracia resulta más que evidente? ¡Ni siquiera lo han denunciado a la Fiscalía, que manda narices!

A la vista está que prefieren seguir con el “postureo político”,  y que paguen todos los ciudadanos sus corrupciones políticas y económicas. Y lo terrible del asunto es que demasiados ciudadanos siguen votando a candidaturas de partidos políticos sabiendo que nunca harán lo necesario para acabar con la corrupción. ¿Un caso de masoquismo?




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