sábado, 28 de enero de 2017

Alcalá de los Gazules: el clan del PSOE se reagrupa en la cueva


Artículo de Manuel Ramos


El PSOE, chorreando por la herida que facilitó el gobierno de Rajoy, se refugia en uno de sus santuarios para invocar a los fantasmas del pasado. Este fin de semana en Alcalá de los Gazules se reúne el aparato del partido a la mayor gloria de Susana Díaz , jefa de lo que queda de esta mafia política que sólo conserva la hegemonía en Andalucía, y a duras penas.


Dicen que conmemoran los 130 años de la fundación la agrupación en la citada localidad de la comarca de La Janda, en la provincia de Cádiz. Es muy común oír hablar en el PSOE de su pasado, de su historia. Una historia catastrófica en la república e inexistente en la lucha contra la dictadura de Franco. Una historia, no obstante, traicionada con la aniquilación del conocido como PSOE histórico de Llopis para pasar al consenso socialdemócrata del actual Estado de Partidos, en connivencia con los franquistas que nunca se fueron del poder.

El pasado del PSOE es un mito que desde Alcalá de los Gazules se ha querido idealizar para poder vivir en la mentira de llamar todos los días “democracia” a la partidocracia actual. Un mito que ha caído, primero por la gestión que ha llevado a un paro del 40% y a una falta de esperanza general de la población que la Junta siempre ha querido canalizar hacia Madrid. El mito ha caído, definitivamente, cuando los mismos habitantes de la conocida como “cuna del socialismo” vieron abstenerse al partido socialista facilitando el gobierno de Rajoy . Ahora se han reagrupado, no en la cuna sino en la cueva del socialismo, los miembros más destacados del aparato.

De izquierda a derecha, José Luis Blanco, Luis Pizarro, Manuel Chaves, Carlos Díaz, Rafael Román y Alfonso Perales.

Una localidad dominada por el “clan de Alcalá de los Gazules ” hasta que en 2011 perdieron la alcaldía debido a un pacto entre PP e IU y que volvieron a recuperar en 2015, se reivindica hoy como el referente en la producción de mandamases. Valgan como ejemplos el fallecido  Alfonso Perales, Luis Pizarro, José Luis Blanco o Bibiana Aído. No en vano el actual alcalde Javier “Pata” Pizarro, hijo de Luis Pizarro, ha preparado un homenaje a más de 70 cargos públicos nacidos en el municipio. Si gustan, precisamente sobre la saga de los Pizarro pueden leer ustedes un interesante artículo de Pedro de Tena en el que describe esta dinastía que dentro del PSOE ha tenido tanta influencia.

Como decía, en Alcalá de los Gazules se quiere recuperar la historia del partido en unos momentos en que “partido” es el adjetivo más ajustado para describir el estado en que se encuentra el PSOE. El consenso dentro de la organización se quiere imponer a base de un acto de unión sentimentaloide, agrupando a figuras como Elena Valenciano, Alfredo Pérez Rubalcaba y la mismísima Susana Díaz . Llama la atención la aparición de estas dos últimas figuras juntas pues han apoyado causas enfrentadas dentro del propio partido. Parece que el aparato se reagrupa y que ni Pedro Sánchez ni Patxi López tendrán nada que hacer.

Rubalcaba, con sus más de 25 años viviendo de la política, interviene en el acto apelando a esa herencia socialista titulando su intervención “Historia del PSOE”. Valdría más conocer la “Historia del Casa Pizarro ”, restaurante de Alcalá de los Gazules famoso por su jabalí y por reunir a la plana mayor del PSOE pasando por Chaves, Felipe González, Alfonso Guerra y el mismo Rubalcaba . Con ayuda de los factótums de apellidos Pizarro, Perales o Blanco, allí se cocinaron las tramas organizativas más importantes del partido. Hoy quieren seguir reteniendo el poder esa ala vieja, carcomida, del pasado.

Elena Valenciano, fracasada parlamentaria europea tras cosechar la mayor pérdida de miembros de una lista electoral socialista en comicios europeos, quiere hablar de futuro, quiere hablar de “socialdemocracia”. Una ideología tan gris e indefinida no podría venir mejor a una agrupación política que se ha destacado por aglutinar poder y colocar familiares olvidando cualquier ideario social o de responsabilidad pública. No hay que olvidar que Alcalá de los Gazules, la llamada “cuna del socialismo”, era en los años 70 un hervidero de anarquistas que no sabían qué era eso del PSOE. En las cárceles, en época de Franco, no había gente del PSOE sino del Partido Comunista, maquis, anarquistas y opositores independientes. Los oportunistas, tras la muerte del dictador, se han disfrazado con tantos ropajes que la mezcla de uno y otro atuendo ha terminado por hacerlos parecer como lo que son: un mamarracho ideológico.


Este último acto en Cádiz es otro intento desesperado de reconducir una nave a la deriva, con unos votantes (los que aún voten) completamente desconcertados tras el apoyo del PSOE a Mariano Rajoy. Algo que esperan los jefes socialistas que el pueblo olvide pronto, que en eso parece que es bastante bueno. Un peldaño más en la eterna escalera que Susana Díaz escala hacia la presidencia de España. Vaya, Bibiana Aído ya llegó a la ONU. Qué menos que Susana dirija este país como todo buen socialista andaluz está llamado a conseguir. 


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