sábado, 25 de abril de 2015

Andalucía es un burdel




Cuenta la historia que cuando el General O`Donnell acudió a palacio a despedirse de la Reina Isabel II, antes de partir a la guerra de África en 1860, la mujer, muy emocionada, le dijo:  - “Si yo fuera hombre te acompañaría”. Francisco de Asís, su marido, del cual decía usaba más encajes que ella, añadió: - “Lo mismo te digo, O`Donnell, lo mismo te digo”.  Valga la anécdota histórica para retratar al pueblo andaluz, que en vez de luchar por su futuro, siempre acude a su poca hombría para justificar su desapego a la acción.

Andalucía es un inmenso burdel, cuyos clientes habituales padecen de Alzheimer y, tras convenientemente jodidos, olvidan que han de pagar por los servicios. Su indignación es real cuando descubre que la agencia de estadísticas comunitaria Eurostat señala a la taifa del sur como la comunidad que registró la mayor tasa de paro regional de la UE en 2014, pero nunca hace nada por remediarlo. La agencia, que debe ser de la oposición, también destaca que el desempleo juvenil andaluz es de 61,53%, sólo superado por Canarias, Ceuta y la griega Iperios. Ya les digo, en el sur te joden mejor que en ningún sitio.

Canal Sur, por su parte, ha decidido ponerle hilo musical al lupanar andaluz a través de internet con la elección de 500 sevillanas para bailar en todas las ferias de Vandalia. Joaquín Durán lo explica afirmando que es un servicio más a los andaluces en torno a un hecho tan popular y masivo como nuestras ferias.  Y el cliente de esta asquerosa mancebía aplaudiendo con las orejas. Llegado a este punto hay que destacar como la Feria de Sevilla paraliza una comunidad entera por aquello, siento escribirlo, de que algunos se consideran descendientes directos de Jesucristo y María Magdalena. Hoy, hasta la investidura de Susana Díaz está en suspenso mientras se negocia, o eso dicen, tomando vinitos. En verdad, a nadie debería extrañar cuando en Málaga la gente ha terminado escondiendo el trapo andaluz y, en Almería lo queman directamente. Además, nadie en su sano juicio querría acudir a una celebración donde te puedes encontrar con los siguientes personajes: María del Monte, Falete, Paquirrín, Lopera, el hijo de Del Nido, los Morancos, Griñán, los Chaves, María del Monte, Chabelita y otros papanatas tan poco recomendables como los anteriores.

No sé si el consumo masivo de ácido lisérgico puede llegar a explicar la conducta de los andaluces en la casa de lenocinio. Lo que es claro y diáfano es que a los de la secta del capullo les encantan las pilinguis y las drogas. Así parece atestiguarlo la renuncia del candidato del PSOE a la Alcaldía de Cantoria –Almería- después de que la Guardia Civil le requisara cocaína en las proximidades de una casa de citas situada a las afueras del pueblo. Lo que no está completamente claro es si fue pillado antes o después de salir del prostíbulo. Bien pensado puede existir otra explicación: el socialista, en su inmenso amor por las mujeres de vida alegre, fue a contarles que en las oposiciones al SAS en caso de empate entre dos candidatos, la Junta optará por la mujer.

Probablemente yo podría exigir a ese pueblo que se divierte en la Feria de abril que se rebelara contra la corrupción y paro en Andalucía. Incluso debería demandar al resto de partidos políticos algo de coraje para recurrir las oposiciones al SAS por inconstitucionales; pero, como pasa siempre en el burdel sureño, están más callados que una puta. Por otra parte, tendría que exigir a los responsables el cese inmediato de las emisiones de la programación de Canal Sur, no vaya a ser que a los extraterrestres les entren unas ganas locas de exterminarnos. Empero, aunque lo hiciera, la gran mayoría de andaluces preferiría el sosiego de su querido lupanar antes de mancharse las manos en una guerra. La repuesta, en todo caso, sería igual que la de San Francisco de Asís: 

- “Lo mismo te digo O`Donnel, lo mismo te digo”.





http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/SERGIO%20CALLE%20LLORENS

5 comentarios:

  1. Una vez más das en la tecla. Así es la cosa, desgraciadamente.

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    1. Desgraciadamente. Por cierto, nunca pensé que esta autonomía iba a resultar tan perniciosa para los ciudadanos honrados pero a las pruebas me remito. Saludos.

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