domingo, 26 de julio de 2015

Andalucía, año 2094


Artículo de Rafael G. Gª de Cosío
- Silencio, niños, sentaos! Que se note que sois los mejores de España en los informes PISA!

Y lo eran. Desde los años 80 del siglo XXI, delegaciones de Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca aterrizaban cada año en el Aeropuerto Internacional Lorenzo Castaño de Sevilla para seguir de cerca los progresos inéditos de los alumnos de Andalucía, una región que había logrado superar a Baviera en PIB y renta per cápita, con un desempleo que desde 2070 no había vuelto a subir del 5% y una bandera, la blanquiverde, que ondeaba en todos los torneos mundiales de matemáticas, física, geografía, inglés y manejo de drones. De hecho, la provincia de Almería había abandonado casi al completo su industria agrícola a mitad de siglo para dedicarse casi exclusivamente a la fabricación de drones y su puesta a prueba en el popular Desierto de Tabernas, convirtiéndose en el Sillicon Valley
del Mediterráneo.

La señorita Salud Mora se disponía a dar la última clase del curso, ante el sopor de un verano en el que se alcanzarían, según la Televisión del Estado Español (TEE), los 52 grados. Por suerte, la empresa Refre S.C.A, de capital 100% andaluz, había inventado el famoso y exitoso sistema de riego de aire frío instalado en las farolas de todas las ciudades andaluzas, y operativas durante todo el día.

- Hoy veremos las últimas y más apasionadas décadas de la Historia de Andalucía. Como sabéis, la semana pasada nos quedamos en el inicio de campaña electoral de 2042, año de la llegada al poder de Lorenzo Castaño. Para entonces, el PSOE-A había estado gobernando la región ininterrumpidamente durante 62 años.

Esta frase no hizo temblar a ningún alumno. Cultos ellos, sabían perfectamente que el récord lo ostentaban el Partido Comunista Chino, que llevaba más de 100 años dirigiendo China, y la familia Castro, con una marca parecida en Cuba. 

- Seño, pero Castaño era de izquierdas o de derechas? -preguntó Alberto, que siempre se sentaba en la primera fila.

- Ni de izquierdas ni de derechas, Alberto -respondió Salud Mora. - Lorenzo Castaño está considerado como el político que revolucionó Andalucía y que la convirtió, en apenas unos años, en una de las regiones más prósperas de Europa. En 2042 se presentaban cinco partidos a las elecciones. Por un lado, el PSOE de Arturo Gómez, por otro el Partido Popular Progresista, de Ignacio Arenas, y luego otros tres partidos pequeños: Rescatemos, de Miguel Infante, Unidad por la Gratuidad, de Sara Guzmán y el Partido de la Responsabilidad Civil, de Lorenzo Castaño.

- Pero seño, por qué han desaparecido prácticamente el resto de partidos? El PRC de Castaño lleva ya mucho tiempo con mayoría absoluta...

- No te adelantes, Juanma, sé paciente. Estamos en 2094 y desde 2042 ha llovido ya mucho, sobre todo en Galicia. Veamos... nos situamos en 2042. Andalucía soportaba entonces un desempleo del 46%, con una deuda del 130% y pueblos de Cádiz donde reporteros de la revista TIME habían fotografiado a estudiantes acudiendo descalzos a la escuela; era una comunidad donde ambulatorios de todas las provincias habían sido vendidos a fondos extranjeros por no poder abrir. Muchos de esos ambulatorios fueron convertidos en casinos y los índices de delincuencia se dispararon, sumados a la crisis económica de 2021, hasta un 250%. Fue la llamada ''crisis de los casinos'', tras la cual muchos de ellos fueron expropiados y en los que, ya con titularidad pública, volvió a estallar un escándalo de prejubilaciones. En la década de los 30, y al ser España ya una federación de Estados donde se cortó el grifo de la financiación autonómica, la Junta de Andalucía decretó la creación de cinco peajes a lo largo de la A-92 bajo el lema 'Solidaridad Imparable', publicitada durante meses en Canal Sur. El anuncio en la televisión pública andaluza concluía diciendo que el que se oponía al pago en los peajes se estaba oponiendo al derecho de todos los andaluces a sus vacaciones.

- Señorita, parece que esté usted hablando de Somalia.

Algunas risas tímidas, pero cortas, envolvieron aquel comentario. Los estudiantes estaban hiperconcentrados en la interesante -y real- historia de España que les estaba contando su profesora, único motivo por el que no se recrearon en una larga carcajada.

- Todo cambió -prosiguió la señorita Salud Mora- en 2041, cuando Lorenzo Castaño fundó el Partido de la Responsabilidad Civil junto con su amigo Luis Castro, partido con el que se presentaban a las elecciones de 2042. Desafortunadamente, Luis Castro (muy crítico en Internet con el largo Régimen en Andalucía) fue asesinado a la puerta de su casa poco antes de Nochebuena, en un atentado que aún no se ha esclarecido. Su mujer, sin embargo, insistió durante años en que su marido había estado recibiendo cartas de amenaza con una rosa pegada con celo, pero nadie la creyó. Todo el mundo, incluído Castaño, daba por sentado que el asesinato se enmarcaba dentro de un episodio más de delincuencia a causa de la grave crisis de los casinos. Castaño sólo pensaba en la dura campaña electoral que tenía por delante. Tras pasar casi 20 años en el extranjero, logró hacer ver a los andaluces que la gobernanza del siglo XXI no podía basarse en izquierdas ni derechas, ni siquiera en conservadurismo o socialismo, sino simplemente en el sentido común y en el ejemplo de una gran potencia. Solía decir, en sus vídeos de campaña, que para ser como Finlandia había que tener el mismo pudor por lo público que los finlandeses; que para ser como los alemanes había que conducir como los alemanes; que para ser como los suecos había que inventar como los suecos; que para ser como los daneses había que empezar a ver películas en inglés sin subtítulos y que para ser como los noruegos había que empezar a recelar del manejo de los fondos públicos. Esta era la muletilla favorita de Castaño, el conjunto de axiomas que llevaba a sus seguidores a compartir sus vídeos de Youtube, la idea que se propagó a velocidad del AVE y que hizo despertar conciencias, en general, en toda España. Pero, por encima de todo...

- Seño, puedo ir al lavabo?

- Sí. No tardes. Por encima de todo, decía, Castaño estaba seguro de una cosa: al régimen del PSOE de Andalucía no podía atacársele desde la derecha. Ni con argumentos liberales. Estos rebotaban contra la gran muralla propagandística de la Junta. Castaño estaba convencido de la necesidad de un caballo de Troya, que había diseñado junto a su ya difunto colega Luis Castro. Había que acusar al PSOE de traidores a la socialdemocracia. La estrategia era parecida a la de Ciudadanos en el año 2015: darse a conocer como un partido socioliberal, favorable al libre mercado sin atacar el sistema público de salud, educación o pensiones. Sin embargo, su caballo de Troya tenía que entrar en el castillo, y no quedarse fuera, mirando las estrellas. No quisieron cometer el error de Juan Marín de décadas atrás y lo que hicieron fue rechazar las distintas sesiones de investidura que se celebraron en 2042. El PSOE, ganador de las elecciones por la mínima, se vio obligado a convocar nuevos comicios, y para entonces el pueblo andaluz había despertado: esto iba en serio, había un partido que quería traer lo mejor del norte de Europa y que se había negado, una y otra vez, a conceder la investidura al único partido que había gobernado Andalucía tras la muerte del general Franco. Era un partido creíble, que con su obstinación había logrado captar la atención del resto del país y de Europa ante lo que ocurría en Andalucía. Castaño, antes de las segundas elecciones, volvió a repetir el dogma que tantos aplausos levantaba: ''para ser como Finlandia hay que tener el mismo pudor por lo público que los finlandeses; para ser como los alemanes hay que conducir como los alemanes; para ser como los suecos hay que inventar como los suecos; para ser como los daneses hay que empezar a ver películas en inglés sin subtítulos y para ser como los noruegos hay que empezar a recelar del manejo de los fondos públicos''...
 
- Perdone, seño, ya estoy aquí. 

- No te preocupes Miguel. Siéntate, ahora viene lo mejor. Castaño se hizo finalmente con el Gobierno, y tras 20 días recluido en Motril, donde trazó su famosa 'Agenda 2100', en su primer Consejo de Gobierno aprobó las siguientes medidas: supresión de las agencias de la administración paralela (ahorro de 5.000 millones de euros anuales), reducción de 250 altos cargos, fusión de municipios, liberalización de horarios comerciales, implantación del inglés como lengua vehicular del 50% de las clases, rebajas de impuestos a empresas de nueva creación, supresión del impuesto de sucesiones y el anuncio inmediato de un plan de contratación de nuevos funcionarios para el sistema de salud e institutos públicos.

- Pero Salud, esto no fue difícil para Castaño? quiero decir, que echar de repente a miles y miles de familias que vivían de esa... administración paralela... eso significaba dejarlos en paro. Y sin el chollo...

- En efecto, la Junta del PRC se encontró de repente con un desempleo disparado al 51% en su primeros dos años de gobierno. Pero el shock fue compensado con la actividad que empezó a generarse en los años posteriores. En la primera legislatura de Castaño, hasta 2046, se había logrado algo de estabilidad y no olvidemos que la administración paralela suprimida había ahorrado al erario andaluz 20.000 millones de euros. El superávit fue inevitable.

Esta vez la carcajada fue larga. Sonaba gracioso lo de 'superávit inevitable'.

- En la segunda legislatura, de 2046 a 2050 -continuó la señorita Salud Mora-, la Junta de Andalucía apostó fuertemente por los transportes, ampliando los aeropuertos de Málaga, Jerez y Sevilla, y construyendo nuevas dársenas en el Puerto de Algeciras, además de favorecer el turismo de cruceros y el comercio con el puerto de Sevilla. Gracias a la inversión extranjera, que en 2015 solo era del 1% a nivel nacional y ahora alcanzaba el 20%, el aeropuerto de Sevilla empezó a ofrecer vuelos a Pekín, Munich y Johannesburgo. Andalucía se convirtió en la puerta de Europa a la inversión, la investigación y el desarrollo. Pero pese a haber conseguido todo esto, Castaño era consciente de la importante lección que dio al mundo Anders Borg, ministro de Finanzas sueco en 2013: ''Si quieres gobernar un gran estado de bienestar, necesitas tener un superávit de vez en cuando'', decía a los socialistas. Y ''si no eres capaz de mantener a tu sociedad en paz tendrás conflictos que derrumbarán tu legitimidad'', decía a los liberales. Castaño tomó nota y se ocupó de construir un sistema público sólido, pero no uno cualquiera: se aseguró de que los funcionarios cobraran un sueldo acorde a la riqueza de la región y que sus ciudadanos hicieran un uso eficiente de sus recursos. En esto jugó un papel importante el plan educativo de 2043, que introducía la obligatoriedad en las guarderías y en Primaria de cantar a los niños la siguiente nana:

''El papelito a la papelera,
que no lo barra la barrendera,
es importante el ahorro,
para luego no pasar el gorro''
Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin.

- Vaya, hemos terminado -se lamentó la señorita Mora. Podéis leer la evolución desde 2050 hasta ahora en el libro de texto. Feliz verano a todos, estudiad y sed buenos.




http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/Rafa%20G.%20Garc%C3%ADa%20de%20Cos%C3%ADo


2 comentarios:

  1. Muy bueno, Rafael.
    Ya veo que eres de los románticos en Educación, que recuerdan aquellos tiempos en los alumnos escuchaban al profesor. Hoy, las clases se parecen más a un mercado de abastos, donde se va voceando la mercancía. Saludos de tu tocayo

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    1. Gracias por tu comentario, Rafael! Me acuerdo de tu presencia, si no me equivoco, en primera fila durante nuestra presentación del diario en marzo. Sí, bueno, más que romántico diría que utópico: ya Baroja criticaba el cachondeo del alumnado en su obra El Árbol de la Ciencia, de principios del XX. Un saludo.

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