sábado, 3 de diciembre de 2016

Mucho han tardado


Artículo de Manu Ramos


Cuando trabé contacto con Luis Escribano ya publicaba junto con Eduardo Maestre los famosos vídeos en los que se explica de forma clara y sin tapujos la corrupción y arbitrariedad de la Junta de Andalucía. Entonces estaban pensando en formar una asociación llamada “La resistencia” que llegó a ver a luz y que tuvo algunas manifestaciones públicas de carácter cívico y reivindicativas. Gracias a estas manifestaciones a las que acudí muy interesado por la actividad que desarrollaban, conocí a diversos andaluces valerosos que arriesgaban y arriesgan su puesto de trabajo como empleados de “lo público” pues la crítica a los gestores puede provocar que estos últimos tomen represalias ideológicas o simplemente mafiosas.
La valentía de esta lucha contra el régimen andaluz (y, por ende, español) se demuestra ante los poderosos, ante los que tienen la sartén cogida por el mango. A pesar de las libertades cívicas que podamos tener, todavía nos pueden apretar las tuercas necesarias para que la vida de una persona sea cada vez más incómoda hasta resultar insoportable. Sobre todo si se trata de funcionarios, miembros propios del Estado.


En el caso del “estadillo” andaluz, las redes clientelares han callado millones de bocas que no se han atrevido nunca a criticar al amo. Los medios de comunicación (con pequeñas pero honradas excepciones) han mirado para otro lado teniendo delante tantísima corrupción. Normal, ellos también son parte de la corrupción. Pero hete aquí que desde que alguien puede concitar en torno a sí una audiencia multitudinaria por medio de internet, el control del flujo de información se les ha escapado por algunas vías, y esto les está haciendo mella en la moral.
Cuando a un régimen tan elefantiásico como el andaluz le sale una “mosca cojonera”, lo más natural es no hacerle ni caso. Pero si ese pequeño insecto se torna una nube de tábanos, el efecto en la mole puede provocar hasta pánico. El ruido que se genera en las redes está siendo cada vez más molesto para los poderes establecidos. No hay una coordinación clara en los contestatarios. No existe un director de un periódico al que llamar para que calle la boca de un redactor. Aún así, hay cabezas visibles. La de Luis Escribano es una de ellas.
Su claridad, rotundidad y celo a la hora de aportar información es tan potente que cualquiera percibe inmediatamente la autoridad en la exposición de los hechos. Además, su voluntad y trabajo nos anima a muchos a esforzarnos para seguir denunciando la corrupción y continuar fortaleciendo la asociación de ciudadanos libres y combativos frente las agresiones. El Demócrata Liberal es un claro exponente de lucha contra el régimen y me siento orgulloso de formar parte del él. Eso sí, el tiempo que el elefante ha ignorado a la “mosca” ha pasado. Ahora empieza a revolverse y a estar inquieto. Hay muchos zumbidos y el ambiente está empezando a tornarse irrespirable. Susana Díaz no puede tolerar que nadie empañe el velo blanco con el que envuelve su pretendido liderazgo del PSOE. Se hace necesario mermar la moral del enemigo y ahora purga al ciudadano Escribano para dar una lección: si seguís criticándome ya sabéis lo que os pasará. Mafia pura.

El régimen se siente débil

El personal director que antes había trabajado con Escribano lo ha alabado por su magnífica gestión. Ahora surge este acto arbitrario y sin justificación administrativa, propio de los actos reflejos. Pero ¿qué refleja este acto? Cuando se toman decisiones tan arbitrarias y poco decorosas en el ámbito público, suele deberse a que se ha perdido el control y se quiere recuperar de una forma autoritaria.
Las extrañas formas (mandar al trabajador a casa dos semanas -con la necesidad de personal que hay-, ofrecerle un puesto disparatado, despedirlo de un día para otro...) sólo pueden responder a una descoordinación entre el pensamiento y la acción, a una “pérdida de papeles”. El PSOE está perdiendo la coherencia del discurso, está perdiendo la autoridad que da la paguita. Los ciudadanos aspiramos a ser más que esclavos así que se ha equivocado otra vez y ha demostrado su debilidad.
Por eso los que acompañamos a Luis Escribano en la denuncia de la corrupción en los asuntos públicos, los ciudadanos que queremos que haya libertad política, que el poder esté controlado, los que deseamos tener representantes de verdad y no esta panda de incrustados en el régimen, debemos hacernos fuertes y seguir en nuestro empeño. Sabemos que le hacemos daño y que cada vez somos más.
Ánimo, Luis. Seguimos luchando. 

3 comentarios:

  1. Magnífico retrato, Manu. Podrán y tendrán que cesar a más de uno y de dos, pero nunca podrán cesar la Valentía, la Voz, la Honra...esas, señores, no se cesan. Acciones rastreras, cobardes, fariseas, bajunas...como siempre. La peor cara de esta Andalucía impuesta, de este cortijo de vagos y maleantes, de estos Califas trasnochados en orgiásticas bacanales de Euros y Poder... Y lo peor...las esporas que han soltado y que crecen, como clones del mismo prócer. ¿Aquí no se canta Andaluces...levantaos? Pues deberíamos levantarnos, pero de verdad...
    Ánimo Luis Escribano, Eduardo, Manu, Cornelia, María, Paco, José Luís, Rafa, D. Luis..., sois la Voz de la Andalucía que se resiste. Gracias por vuestra inestimable generosidad.

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  2. Muchas gracias, Manu. No sólo por tu apoyo, sino también por tu valentía, por seguir en el empeño de luchar por nuestras libertades, por intentar abrir los ojos a los ciudadanos que aún creen en las bondades de este defectuoso sistema político que permite, con total impunidad, que ocurran arbitrariedades como las vividas por un servidor, sin consecuencia alguna. Y, lamentablemente, estos episodios se repiten una y otra vez con muchos ciudadanos.

    Es cierto: cada vez somos más y, por supuesto, seguiremos. No te quepa la menor duda: no nos callarán.

    Un fuerte abrazo, y lo dicho: gracias!

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