martes, 26 de julio de 2016

Spam político y redes sociales



Artículo de Paco Romero


“Se ha pasado del 'lo ha dicho la tele' al 'lo he visto en Internet', como si en esos lugares, antes y ahora, estuviera resumido todo el saber, la verdad absoluta, desde Séneca a nuestros días”


Se dice que las verdades a medias son mentiras completas: declaraciones engañosas que incluyen algún elemento de verdad. Si las mismas se producen en los entresijos de la red de redes, apaga y vámonos.

Para los no iniciados, como es mi caso, un titular semejante hallado en cualquier red social invita a desecharla y pasar a la siguiente referencia, sin embargo llamó mi atención lo prolijo de la información: tamaña meticulosidad invitaba a pensar que no se trataba, precisamente, de los habituales trolls que pululan por las redes… y es que, fuera quien fuera el autor del estudio, “se lo había trabajado”.

Conviene saber de antemano que, en el lenguaje de Internet, un "bot", o "robot web", es un tipo de programa malicioso que permite a un atacante tomar el control de un equipo infectado, mientras que un  troll -wikipedia mediante- “describe a una persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes en una comunidad en línea, como puede ser un foro de discusión, sala de chat, comentarios de blog, o similar, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores”.

El objetivo del blog Bots de Twiter no es otro que conseguir que las redes de perfiles falsos denunciadas se vean obligadas a borrar las cuentas o bien que sean suspendidas por @TwitterSpain, quien se queja amargamente  de que “lo deseable sería que cuando se denuncian redes de cuentas dedicadas al spam político los responsables de la red social actuasen suspendiendo las cuentas falsas, y sancionando a los responsables”, algo de lo que continúa pasando @TwitterSpain.

Valga este concienzudo estudio sobre las malas prácticas para vislumbrar el inframundo de las redes sociales, esa “enciclopedia de bolsillo” que creemos llevar en nuestras manos, a la que otorgamos toda la fuerza de la verdad y que, mal usada o peor entendida, es un arma letal aniquiladora de conciencias, un comecoco en manos de intereses muchas veces indeseables.

Y como mal menor felicitémonos porque los causantes de este desaguisado no hayan recibido un euro de las administraciones públicas a cuenta de servicios simulados como parece el caso que el juez Eloy Velasco viene investigando en Madrid a remolque de la operación Púnica: según la UCO las facturas, abonadas con dinero público para adquirir supuestos informes de asesoramiento sobre redes sociales, pagarían en realidad campañas en la Red hechas por anticipado para el PP. Los trabajos habrían consistido en mejorar, a través de Internet, la imagen de los candidatos populares con noticias positivas en una serie de diarios digitales de escasa implantación que luego se amplificaban en las redes sociales.

Adictos a las redes, exprimida nuestra libertad, para defender de forma incontestable cualquier aserto, se ha pasado del “lo ha dicho la tele” al “lo he visto en Internet”, como si en esos lugares, antes y ahora, estuviera resumido todo el saber, la verdad absoluta, desde Séneca a nuestros días.


En nuestras manos, mejor, en nuestra materia gris, sigue estando defendernos del atropello. Ejercitémosla.



1 comentario:

  1. Cada vez se nota más la distancia entre twitter y la realidad. Podemos lo experimentó: teniendo el control de los "trending topics" perdió un millón de votos. Las redes sociales no representan la realidad necesariamente.

    Un saludo e interesante artículo.

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