lunes, 19 de septiembre de 2016

Algunos hombres buenos


Artículo de Antonio Barreda

Esto es lo que el PSOE quiere hacernos tragar a todos tras la acusación de la fiscalía en la llamada trama política de los ERE. La acusación sigue la estela marcada por la jueza Alaya y por la investigación de la UCO de la Guardia Civil: que hubo delitos por parte de los responsables políticos de la Junta de Andalucía. Y ahora tendrán que afrontar sus consecuencias. Ya no son 4 golfos como defendió el PSOE en un primer momento intentando echar abajo la causa desde el mismo momento que se supo. Están acusados dos expresidentes de la Junta, varios consejeros, ex consejeros y directores generales. 

Recordemos que el escándalo se supo cuando se investigaba una denuncia de unos empresarios de La Raza que denunciaron que les habían pedido una mordida para instalar una Escuela de Hostelería. El hilo de la investigación posterior llegó hasta los ERE de Mercasevilla donde se descubrieron intrusos. Es decir, personas que nunca habían trabajado en Mercasevilla pero que eran perceptoras de un dinero que, en derecho, no les correspondía, pero que fue financiado por la Administración regional, descubriéndose elementos picarescos como el conseguidor de las ayudas por antonomasia, Juan Lanzas o el exdirector general Francisco Javier Guerrero en la galería de personajes que ha dado esta trama.

Hay un olor a venganza contra los empresarios de La Raza el intento de cierre de su negocio una vez que el PSOE gobierna en el actual Ayuntamiento de Sevilla. Y, según informó ABC, el informe jurídico en el que se cambió la calificación del antiguo pabellón de Información de la Exposición Iberoamericana de bien patrimonial a demanial, provocando la conclusión de la concesión del inmueble al restaurante La Raza, fue realizado por un funcionario municipal que había tenido relación directa durante años con uno de los principales implicados en el caso Mercasevilla y en los ERE, Antonio Rivas.


La trama corrupta

De los 4 golfos hemos pasado en la trama corrupta a casi 280 imputados. Desde el principio el PSOE se puso a echar nubes de tinta sobre toda la investigación. Se puso hasta a la propia jueza en el punto de mira político. El entonces diputado Alfonso Guerra salió para decir que "incluso hay una relación fuerte personal entre la jueza y el actual alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, que eran compañeros y dicen que algún expediente en común tuvieron”.

La jueza Alaya, en la exposición razonada que envió al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) sobre los aforados autonómicos, señala que indiciariamente “el beneficiario de manera mediata o indirecta del uso absolutamente discrecional de los fondos públicos por parte de la administración fue el propio partido de Gobierno (PSOE) al engrasar durante años y de esta forma las relaciones con empresarios y sindicatos, lo que le generaría réditos políticos y electorales”.

Ahora, según la propia fiscalía, se perdieron unos 741 millones de euros como consecuencia de la actuación de todos los intervinientes. En el PSOE hay quien defiende que esta cifra no ha sido defraudada, sino que ha sido la totalidad del presupuesto manejado que, en su mayor parte, sí fue a parar a las empresas en crisis y a sus trabajadores. Y, si bien es cierto, que parte del dinero fue a financiar despidos y prejubilaciones reales, los beneficiarios de estas subvenciones fueron seleccionados de forma totalmente arbitraria, a dedo. A los que hay que añadir una larguísima lista de intrusos que nunca habían trabajado en estas empresas pero que sí fueron perceptores de cantidades que nunca debían haber llegado a sus manos. Y el papel de UGT y CC.OO. en esta trama no se nos debe de olvidar, ya que hay quienes entonces eran altos cargos sindicales imputados. A parte del papel que jugaron en los expedientes mismos de los ERE a través de sus gabinetes jurídicos.


Las empresas elegidas a dedo

También se olvidan estos defensores de los ERE, que defienden que la excusa fueron los trabajadores, que los verdaderos beneficiarios de los ERE fueron las empresas ya que se ahorraron el montante de despidos y de las prejubilaciones. Esta es la madre de todas las cuestiones sobre los ERE. Además, resulta totalmente escandaloso el hecho de que las empresas elegidas para recibir estas pseudo-subvenciones fueran elegidas todas a dedo. Es decir, que el ejecutivo decidía que empresas y trabajadores recibían dinero público en los expedientes que se montaron para su pago. Desde 2008 a 2012 se generaron en Andalucía más de un millón de parados. Y muchos cientos de miles de estos parados fueron abandonados a su suerte, mientras que otros resultaron beneficiados de fondos públicos porque la Junta así lo quiso, ya que no se hizo una sola convocatoria pública para repartir este dinero.

Y todo se realizó sin norma alguna que sustentara este reparto millonario. Se hicieron caso omiso a los informes de la Intervención General que advertían del irregular sistema usado para el reparto de esos fondos, transfiriéndolos desde el presupuesto de la Junta al presupuesto de la Agencia IDEA, sustrayendo así todo control presupuestario. Entonces supimos también la existencia de la partida 31-L denominada en la jerga de la Junta Fondo de Reptiles. Y después, empezaron la lista interminable de intrusos y supimos hasta que el ERE de Cárnicas Molina figuraba en su acuerdo el depósito de este en la caja fuerte de un banco, y que se pretendía jubilar a trabajadores con 48 y 50 años, cuando la Ley solo contemplaba a partir de 52 años. También supimos que la partida 31-L también sirvió a la financiación de 16 muestras de artesanía y jornadas relacionadas con el empleo organizadas por municipios andaluces entre los años 2002 y 2004, con la particularidad de que casi todos esos municipios estaban gobernados por el PSOE.


El dinero a Vitalia seguros

Algo pasa cuando uno de los principales imputado por los ERE Eduardo Pascual Arxé que gestionaba las pólizas de Vitalia está en paradero desconocido después de pasar 15 meses en prisión. Según un informe de la Dirección General de Seguros aportado a la causa de los ERE, Vitalia percibió al menos 36,2 millones de euros de “sobrecomisiones” por operaciones de corretaje en los ERE, ya que sus tarifas eran muy superiores a la media del mercado. Ello era posible porque no existía ni contrato, ni adjudicación, ni oferta previa, ni proceso de selección. La Junta de Andalucía encargaba la intermediación en los ERE a Vitalia de forma discrecional y la empresa aplicaba los precios que consideraba oportunos. De hecho, según los investigadores, parte de esas sobrecomisiones las repartió Vitalia entre otros conseguidores e intermediarios e incluso entre los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO.

Y como desveló El Mundo Vitalia tenía una mutua llamada Fortia Vida, vinculada a Eurobank y que también acabó quebrando, a la que la Junta de Andalucía encomendó el aseguramiento de prejubilaciones por 98,5 millones de euros. Fortia es la mutua que, como desveló EL MUNDO, desvió dinero a paraísos fiscales, entre ellos República Dominicana, donde invirtió en un hotel del que era socio Jesús Barderas, amigo del ex presidente Felipe González y en ocasiones su anfitrión en la isla caribeña. Como también desveló EL MUNDO, en ese proyecto hotelero están también embarcado David Marjaliza, presunto testaferro del ex dirigente del PP madrileño Francisco Granados y uno de los imputados clave del caso Púnica.


La acusación de la fiscalía anticorrupción

Hay un total de 24 ex altos cargos acusados. La fiscalía anticorrupción pide seis años de cárcel para el ex presidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, y 10 años de inhabilitación en empleo o cargo público para Manuel Chaves. Pide ocho años de prisión para tres ex consejeros andaluces, José Antonio Viera, Antonio Fernández y Francisco Vallejo, por el delito continuado de malversación, y seis años para otra ex consejera, Carmen Martínez Aguayo, por el mismo delito.

En su escrito de acusación 26 políticos y técnicos del Gobierno andaluz deben afrontar la devolución a la Hacienda pública de 741 millones en caso de condena. De ellos, a Griñán los fiscales le imputan la devolución solidaria —junto a otros 18 altos cargos acusados de malversación— de 483 millones, por conocer su destino irregular desde su puesto como consejero de Hacienda. El resto de personas que tendrán que responder de manera solidaria son José Antonio Viera Chacón, Antonio Fernández García, Carmen Martínez Aguayo, Francisco Vallejo Serrano, Agustín Barberá Salvador, Justo Mañas Alcón, Jesús María Rodríguez Román, Francisco Javier Guerrero Benítez, Juan Márquez Contreras, Daniel Alberto Rivera Gómez, Juan Francisco Sánchez García, Javier Aguado Hinojal, Lourdes Medina Varo, Manuel Gómez Martínez, Miguel Ángel Serrano Aguilar, Jacinto Cañete Rolloso y Antonio Valverde Ramos.

En cuanto al delito de prevaricación, la fiscalía incluye en su acusación a 24 personas, Gaspar Zarrías, José Antonio Viera, Antonio Fernández García, Magdalena Álvarez, Carmen Martínez Aguayo, Francisco Vallejo, Agustín Barberá Salvador, Justo Mañas Alcón, Gonzalo Suárez Martín, Jesús María Rodríguez Román, José Salgueiro Carmona, Francisco Javier Guerrero Benítez, Juan Márquez Contreras, Daniel Alberto Rivera Gómez, Juan Francisco Sánchez García, Javier Aguado Hinojal, Lourdes Medina Varo, Antonio Estepa Giménez, Antonio Vicente Lozano Peña, Manuel Gómez Martínez, Miguel Ángel Serrano Aguilar, Jacinto Cañete Rolloso, Antonio Valverde Ramos y Francisco del Río Muñoz.


Los hombres buenos

Sorprende la defensa bizantina realizada por los miembros del PSOE, sobre todo la realizada por la presidenta de la Junta de Andalucía sobre Chaves y Griñán, evidenciando que tiene dos varas de medir, una para el PSOE y otra para todos los demás. La presidenta señaló hace unos días a la prensa que los dos expresidentes andaluces asumieron responsabilidades políticas "hace ya mucho tiempo" al dejar su escaño y abandonar el partido y ha reiterado que, con todo el respeto a la Justicia, ella, "particularmente", cree "en la honradez y honestidad de uno de otro porque a ninguno de los dos se les ha acusado de beneficiarse personalmente". En ese punto, ha confiado en que los que sí se beneficiaron en el caso de los ERE paguen "cuanto antes" y que "lo hagan bien". "Espero que la justicia sea implacable con los responsables", ha añadido. Además, la dirigente andaluza ha dicho haber hablado con Chaves y Griñán recientemente: "Siempre he hablado con ellos y en las últimas horas, también".

El problema que no entiende la presidenta Susana y el PSOE es que no se les juzga por beneficiarse de los ERE, sino por dilapidar de forma indiscriminada 741 millones de euros, sin normas que amparen este riego de millones en subvenciones a empresas en crisis con el que buscaban una paz social en Andalucía, mientras el resto de los trabajadores andaluces se desangraban en las listas del paro sin tener la suerte de estar en estos ERE. 

Los ciudadanos eligen en las urnas cada 4 años a un partido para que gobierne y mire por el dinero y las propiedades del pueblo, de los ciudadanos, en definitiva. Es un concepto tan antiguo como aquel romano de la res publica. Los gobernantes gobiernan en nombre del pueblo, y deben mirar por el dinero del  pueblo. El gobernante debe mirar por cada céntimo gastado del presupuesto como si fuera suyo. Y en este caso idearon un sistema para enviar dinero de los presupuestos de la Junta a una empresa pública (IDEA) para eludir todos los controles de la intervención y asignar luego esas cantidades a dedo a empresas en crisis. Añadiendo el escándalo que en medio de este proceso algunos aprovecharon para meter intrusos en esos procesos y que el dinero público llegara a esos intrusos.

Por esto están acusados, por dilapidar una inmensa cantidad de dinero público sin normas que sustentaran esa dilapidación. Y con criterios totalmente arbitrarios para el reparto de esos fondos con la excusa de empresas en crisis. Hay que reiterar que no fueron los trabajadores los últimos beneficiarios de las ayudas, que lo fueron las empresas beneficiarias que se ahorraron despidos y costes laborales que cubrió sobradamente el erario público de la Junta de Andalucía a través de un sistema que creó el fondo de reptiles, y del que se beneficiaron los que ellos decidieron de forma arbitraria.

El problema en Andalucía es que están tan poco acostumbrados a dar cuentas tanto en el Parlamento como a los ciudadanos que se han creído intocables durante casi 40 años. Ahora le toca el turno a la justicia. Allí deben dar todas las explicaciones, responder a todo por lo que están acusados y asumir su responsabilidad. Y a lo mejor vemos el paseíllo de algunos hombres buenos, de Chaves y Griñán acompañados por Susana el primer día del juicio dando un respaldo político. Cosas peores se han visto.


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