jueves, 20 de julio de 2017

¿Por qué no hay una cola andaluza?



Artículo de Rafa G. García de Cosío



Uno siempre tiene problemas en España cuando pide Coca-Cola. Ante cuántos de ustedes no se ha excusado el camarero con aquello de 'te vale una Pepsi'? Y es que la marca americana logró imponerse en nuestro país como denominación del propio producto. No es así en todos lados. En Alemania fueron más inteligentes y establecieron 'Kola' como concepto. Pero cola en España es solo la del paro, la que tienen los animales o la que pega papeles en primaria.


Pero no sólo la marca se impuso. También el producto en sí. En la inmensa mayoría (que me perdone Amando de Miguel por esta redundancia) de los locales españoles, los clientes reciben o Coca-Cola o Pepsi. Muy rara vez le dan algo diferente. Esto también es bien distinto en Alemania: Según la revista Zeit Campus, el pequeño pueblo de Recklingshausen alberga la sede de Ruhrpott Kohla, una fábrica de la famosa bebida carbonatada. El joven Jürgen Mohr, de la ciudad de Dortmund, se decanta por este producto regional para su puestecito de perritos calientes y bebidas en un camping cercano a la misma central de Ruhrpott Kohla. Según Mohr, otra empresa de cola, Fritz-Kola, de Hamburg, intentó seducirle con un refrigerador ''y también apoyo financiero'' para que comercializara su cola y no la de Recklingshausen.


Y hay muchas más: Premium-Cola, ColaRebell... El empuje de Fritz-Kola lo dieron dos anticapitalistas durante un viaje de Interrail, con el eslogan de que ''la coca es cosa de los ochenta''. Y todo sin la inspiración de Narcos, serie que se haría famosa en Alemania años después. En 2016, los anticapitalistas contaban con una facturación de más de 44 millones de euros.


¿Por qué no en Andalucía?


Uno de mis primeros debates políticos lo tuve en Vancouver, en el lejano 2004, con un rapero malagueño que, pobre de él y sus temas, simpatizaba a muerte con el PSOE. Entonce a mí me quedaba aún muchísimo por aprender, y me acuerdo de algo en lo que siempre tuvo razón, y que yo compartía como argumento: no es el legado, sino el logro lo que nos define; y no podemos estar orgullosos de nuestro legado, sino de lo que logramos por nuestro propio esfuerzo. ¿De qué podemos estar orgullosos en Andalucía en 2017? Esta es una gran pregunta que ocupa más al andaluz mientras más viaja.


Es mi humilde caso, y, después de haber pasado y visto de todo, debo decir que no sé muy bien de qué estar orgulloso. Lo de la cola es solo un ejemplo, pero se trata de uno muy ilustrativo para preguntarse si Andalucía verdaderamente reconoce y aprovecha las oportunidades que están a su alcance. Tristemente, la respuesta es no. Uno de los grandes éxitos de Coca-Cola es la enorme ayuda que obtuvo del Gobierno norteamericano, primero con la cesión de las aguas municipales en multitud de ciudades estadounidenses para su producción, y segundo por la publicidad que el entonces presidente Eisenhower garantizó a la multinacional cuando acordó por decreto el suministro de seis millones de botellas al mes para sus soldados en misiones extranjeras.


Con una fuente no sólo turística sino también de recursos como la de Sierra Nevada, qué podría haber hecho la Junta en este sentido para favorecer la creación y expansión de empresas andaluzas que compitieran en el extranjero? Llámenme de todo, naiv o simplista, pero a mí me da que bastante. Sin embargo, lo que uno ve en sus amigos y el panorama andaluz en general es una juventud que se ve obligada, en cantidades muy superiores al resto de la nación, a bien emigrar (también dentro del propio país) o gastar tres años de su vida en pelear por una plaza de funcionario.


A todo esto, bueno es recordar que Fritz-Kola empezó con 7.000 euros de capital. Rondando el salario mensual de un alto cargo de Canal Sur.


http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/Rafa%20G.%20Garc%C3%ADa%20de%20Cos%C3%ADo

1 comentario:

  1. Lo peor es que hasta las aguas de Lanjarón están en en manos de los catalanes...

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